Las fiestas de Almenara de este año se han convertido en una de esas celebraciones difíciles de olvidar. El motivo, el pánico y nerviosismo que vivieron ayer sus vecinos cuando se escaparon un manso y una vaca de la prueba taurina vespertina. Afortunadamente, no hubo que lamentar heridos. Los hechos tuvieron lugar por la tarde en el encierro de vacas del hierro Hermanos Barberán cuando los animales, según testigos presenciales, se escaparon por la puerta de atrás de los toriles al llegar al recinto de los cadafales.

Rápidamente, las autoridades informaron del suceso a través de megafonía para que se extremase la precaución. Tanto el manso como la vaca recorrieron a la carrera todo el municipio y, aunque el primero fue capturado a los pocos minutos, al cierre de esta edición la vaca ya estaba en los municipio de Benavites y Faura, provincia de Valencia. Tras ella iba un dispositivo de la Policía Local y varios coches particulares que intentaban cerrarle el paso.

Los astados se dirigieron en un primer momento hacia la parte baja del pueblo, lo que causó cierto miedo ya que en dicha zona hay un supermercado Consum. A continuación, se vieron correr por la carretera próxima a las vías del tren, el barrio de la Estación y volvieron al recinto de cadafales. La huida siguió por las escuelas, ya en la parte alta del pueblo, el recinto ferial, el campo de fútbol y la carretera que bordea el polígono industrial Agrícola número 2. Por último, y solo la vaca -el manso ya fue capturado- se dirigió a las localidades próximas de los Valles por los caminos rurales. Así, y según testigos, el animal llegó a los pueblos de Quart de les Valls, Benavites y Faura, en Camp de Morvedre.

«Eché a correr con mis hijos»

Una vecina de Almenara fue una de las sorprendidas cuando iba por la Escuela Infantil con sus hijos de tres y ocho años. Venían de comprar y la madre abandonó el carro para buscar un lugar donde resguardarse junto a los niños. «Empecé a escuchar que gritaban y decían que se había escapado la vaca. Tiré el carro y eché a correr con mi hijo pequeño en brazos y el otro corriendo», narra la almenarense.