La Policía Nacional ha detenido en Vila-real a un hombre de 24 años que era buscado por una decena de juzgados y otros tres habían ordenado ya su detención e ingreso inmediato en prisión, además de tener cerca de una veintena de antecedentes. El joven supuestamente golpeó y mordió a los agentes durante su arresto.

La investigación arrancó al tener conocimiento de que el prófugo podría encontrarse en Vila-real, por lo que la Policía puso en marcha un dispositivo de búsqueda. El sospechoso fue detectado entrando en un bar, en compañía de varias personas de su familia y amigos, informa en un comunicado la Jefatura Superior.

En el bar, los agentes le indicaron los motivos de su detención y que debía acompañarles, ante lo que el presunto autor se puso de pie, diciéndoles que ya iría él más tarde a la comisaría. Al ver que no accedían a su propuesta, su abuelo y su padre se interpusieron entre él y los policías.

El joven supuestamente mostró una "gran resistencia" a su detención y emprendió a golpes, patadas, mordiscos y amenazas de muerte contra los policías. Al parecer, llegó a intentar arrebatar el arma a uno de los agentes, todo mientras los familiares colaboraban con su intento de fuga, intentando sujetar a los agentes para que lo soltarán.

Finalmente, fue detenido por todos los delitos que se le imputaban con anterioridad, junto a otro presunto de atentado a agente de la autoridad. El arrestado ha ingresado directamente en prisión tras pasar a disposición judicial.

La Policía también ha detenido a su abuelo, de 69 años, y a su padre, de 49, como presuntos autores de un delito de resistencia y desobediencia. La investigación sigue abierta para identificar, localizar y detener al resto de personas presentes e implicadas en los hechos.