La cantidad de incertidumbres es tan elevada que obliga a tomar muchas precauciones». Así explica en privado un empresario azulejero la situación que atraviesa el sector en la actualidad y que ha llevado a la mayoría de compañías del clúster castellonense a reducir el ritmo de la producción y a centrarse en sacar los importantes niveles de estoc existentes para reducir costes logísticos en un contexto de desaceleración. Por ahora, y a tenor de las cifras oficiales, ese descenso no es directamente atribuible a una caída de las ventas de las empresas, aunque sí repercute de forma directa en la facturación de un importante sector afín, el de las fritas y los esmaltes, que atraviesa un año complicado con una merma importante de la facturación.

Las últimas cifras de producción industrial publicadas por la Generalitat, referentes al mes de julio, muestran que el descenso de la actividad en el sector azulejero es del 8,1% con respecto al mismo periodo del año anterior. La caída es más importante que la que registran otras ramas industriales importantes valencianas como la química, el textil, el cuero y el calzado o la metalurgia.

El presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos, Vicente Nomdedeu, reconoció ese retraimiento de la producción en una de sus últimas intervenciones, y pese a afirmar que hacer pronósticos en el contexto actual es «jugar a la lotería», expuso la posibilidad que a final de año el descenso sea incluso mayor y se sitúe entre el 9% y el 10%. El año pasado, los primeros indicios de desaceleración ya provocaron un parón importante de hornos en el segundo semestre, con lo que según Nomdedeu «es difícil que en el acumulado de la segunda mitad del ejercicio actual perdamos tanto como durante la primera mitad», ya que la cifra de la que se parte es más baja.

Con todo, y a falta de que los acontecimientos en España y el resto del mundo den más pistas sobre la profundidad de la desaceleración, la bajada de la producción no influye por ahora en las ventas ni en el empleo, las dos variables más importantes para empresarios y trabajadores. Los ingresos procedentes de la exportación suben un 2,2% hasta julio, y la previsión de Ascer es que el aumento de ventas en el mercado doméstico ronde el 5%.

En cuanto a posibles consecuencias laborales, sindicatos y patronal confirman que hasta el momento las firmas no han tenido que recurrir a los expedientes de regulación de empleo temporales, como ocurrió el año pasado cuando bajaron los pedidos. También los datos del Ministerio de Trabajo demuestran que en lo que va de año, la industria castellonense no ha destruido empleo, pues 4.626 personas estaban inscritas en septiembre en las oficinas del antiguo INEM, 105 menos que el mismo mes del 2018.

Las azulejeras pueden aprovechar el descenso productivo para reducir unos estocs hacia los que muestran cada vez más reticencias en un contexto de desaceleración y con la progresiva incorporación de la tecnología 4.0, que permite fabricar cada vez más sobre pedido. No ocurre lo mismo con las firmas de fritas y esmaltes, que como proveedores de las fábricas de baldosas notan de forma inmediata cualquier parón.

Como prueba, la Asociación Española de Fritas, Esmaltes y Colores Cerámicos informó de una caída de ventas del 7% en el primer semestre del año, un descenso muy similar al de la producción industrial azulejera. Fuentes del sector explicaron que los fabricantes de baldosas son su primer cliente y confiaron que sigan creciendo en ventas para que, una vez reduzcan estocs, la actividad de los hornos vuelva a subir.