Un hombre acude a la comisaría de la Policía Nacional de Castelló para denunciar el robo violento de su teléfono móvil. Asegura que le han dado un tirón para arrebatárselo de las manos en pleno centro y un agente le toma manifestación. Sin saberlo la supuesta víctima, el policía utiliza un efectivo y revolucionario programa llamado Veripol que consigue determinar la falsedad de la denuncia. La persona ha extraviado su móvil y pretende hacer pasar la pérdida por un robo para cobrar la compensación del seguro.

Desde que empezara el año, esta máquina de la verdad utilizada por la Policía Nacional en la capital de la Plana ha permitido ya detener a 45 personas por simulación de delito. Desde que comenzaran a usarla hace ahora tres años --en fase beta--, ha desenmascarado hasta 200 personas de Castelló que se creyeron más listas que los agentes.

La herramienta usa técnicas de procesamiento del lenguaje natural y aprendizaje automático para ayudar a los investigadores a determinar la probabilidad de que la declaración sea falsa. Esta herramienta, creada por el inspector del Cuerpo Nacional de Policía Miguel Camacho --licenciado en Matemáticas y Estadística--, está ahora en el punto de mira de la Guardia Civil y del FBI, que quieren comprarla para poder utilizarla en sus investigaciones --pertenece a la Dirección General de Policía--.

¿Cómo funciona?

«El programa es una herramienta oficial y única en el mundo. Funciona a partir de un algoritmo matemático. Cuenta con una base de datos a partir de miles de denuncias interpuestas y dispone de un perfil sobre el mentiroso. Detecta patrones que se repiten en las denuncias que son falsas y ofrece un tanto por ciento de probabilidad de que un relato no sea real», explica el jefe del grupo de Hurtos de la Policía Nacional de Castelló, Jordi Abenoza.

«Hay muchos casos de gente que se inventa un robo con violencia e intimidación, bien porque ha perdido el móvil --mayoritariamente--, la cartera u otro objeto de valor, o bien porque si sufre un hurto (sin violencia) el seguro no le cubre. Lo que no piensan es que al inventarse unos hechos que no han existido también están incurriendo en un delito que está tipificado en el Código Penal y muchos acaban detenidos», afirma en conversaciones con este periódico.

Un ejemplo. Según los investigadores, quienes mienten siempre suelen decir que los ladrones vestían de negro y que no pudieron ver nada. Al hacer estas dos declaraciones --no son determinantes--, Veripol se pone en alerta. Sus resultados están más que contrastados con una tasa de efectividad del 90%.

La Policía Nacional lanza un mensaje a navegantes y advierte que una denuncia falsa puede acabar en arresto. Como dice el refranero, la mentira tiene las patas muy cortas...