Los escaparates de las tiendas de Castellón hace semanas que están repletos de abrigos, bufandas y gorros, pero la gente en la calle va vestida de verano. Empieza noviembre pero, a estas alturas del calendario, todavía no han desaparecido por completo las temperaturas estivales. Y aunque según la tradición valenciana, en Todos los Santos toca estrenar abrigo, este otoño habrá que esperar unos cuantos días más. El termómetro sigue marcando en la capital valores máximos que superan los 25 grados y eso tiene un impacto directo sobre las ventas de las colecciones de ropa y calzado de otoño-invierno, que se acumulan en los almacenes.

Aunque no hay datos oficiales, la opinión de los comerciales es unánime. «Con este calor cuesta que un cliente se lleve un abrigo. No apetece», reconoce la propietaria de una tienda de moda del centro de Castelló. «Las ventas van muy retrasadas y la culpa de todo la tiene el termómetro. A finales de agosto recibimos la colección de invierno y se ha vendido muy poco», explica la dependienta de otro local dedicado a la moda, también en el centro.

Rafael Torres, presidente de Confecomerç, la patronal del pequeño comercio valenciano, también confirma que en octubre la climatología ha afectado a las ventas. «El tiempo está incidiendo en la campaña de invierno estas últimas semanas de octubre, aunque se espera que en el mes de noviembre haya un repunte debido a que se prevé un descenso de las temperaturas, lo que permitirá registrar un mayor auge en los comercios, fundamentalmente los dedicados a equipamiento de personal, y un mayor número de ventas de productos y artículos para el frío», cuenta.

El calor de las últimas semanas ha supuesto un duro revés para un sector que en Castellón da empleo a casi 22.000 profesionales. Y eso que el otoño no empezó nada mal. De hecho, y según el Índice de Comercio al por Menor (ICM), publicado hace tan solo unos días, en septiembre las ventas del comercio minorista valenciano subieron un 3%.

No a rebajas permanentes

Para intentar recuperar ventas, las grandes marcas tiran estos días de descuentos y promociones. Y ese es otro de los grandes debates que se vive dentro del sector del comercio. «Hemos acostumbrado al cliente a que siempre haya promociones y eso es inasumible para la mayoría de los pequeños comercios», coinciden en varios establecimientos de Castelló, que insisten en que hay muchos clientes que solo compran cuando hay descuentos. Para la patronal Confecomerç, la regularización de los periodos de rebajas es clave. «Un aspecto especialmente importante para el sector es solucionar el tema de las rebajas», apunta Rafael Torres.

¿Y cómo se soluciona? La última palabra la tiene el Gobierno, dado que tiene las competencias. De hecho, Confecomerç ya ha solicitado al Consell que eleve la petición del comercio valenciano a nivel nacional. «Desde nuestra patronal también lo hemos reivindicado a través de la Confederación Española de Comercio, en la que ostentamos una vicepresidencia, para que se aborde conjuntamente con el Ministerio, y se adopten medidas».