Un acusado de cometer 14 robos en establecimientos de Castelló en solo seis meses durante el pasado año reconoció ayer martes los hechos, aunque justificó los delitos asegurando que los realizaba motivado por su adicción a las drogas y la bebida con el único propósito de conseguir dinero para poder seguir consumiendo. Este punto fue el detonante que llevó al Ministerio Fiscal y a la defensa a no llegar a un acuerdo de conformidad, ya que el procesado asumió los hechos descritos durante el juicio celebrado ayer en la Sección Primera de la Audiencia Provincial.

La abogada del acusado, que se encuentra en prisión, consideró que la drogadicción de su defendido era una eximente incompleta por lo que pedía para él dos años y seis meses de cárcel, mientras que la Fiscalía rechazó esta circunstancia y aseveró que, tal vez, podría tratarse solo de un atenuante. Por tanto, mantuvo su petición de seis años y tres meses de cárcel por un delito continuado de robo con fuerza y el pago de casi 9.000 euros en concepto de responsabilidad civil.

Durante la vista solo declaró el acusado y un médico forense, a petición de la defensa, ya que todas las partes renunciaron a las pruebas testificales y periciales. El procesado reconoció durante su breve interrogatorio todos los hechos narrados por el Ministerio Público en su escrito de acusación, donde se recoge que actuaba de madrugada y forzaba las entradas de los locales con violencia.

Aunque los asaltos tuvieron lugar desde enero hasta junio del 2018, fue durante este último mes y en mayo donde se concentraron la mayoría de ellos. Así, robó en una tienda de teléfonos móviles y tablets, en una de utensilios de deporte, en un bazar, una tintorería, una ortopedia, un salón de uñas o un establecimiento de productos electrónicos, entre otros. Además de artículos de todo tipo, sustraía el dinero en metálico que había en el interior de los diferentes locales.

El acusado reconoció ante la sala que todo lo que sustraía lo cambiaba por droga en Almassora y, en su defensa, aseguró que ahora, que se encuentra en la cárcel, «está limpio» porque ya no consume ninguna sustancia estupefaciente.

Según consta en la documentación de la causa, tras 14 hechos distintos, el procesado fue identificado y detenido por los investigadores de la Policía Nacional. En el sumario obran numerosas pruebas incriminatorias contra él, como huellas dactilares y fotogramas de diferentes cámaras de seguridad de los establecimientos afectados. El juicio quedó ayer visto para sentencia.