Los gamberros se han empeñado en dejar completamente inoperativo el servicio municipal de préstamo de bicicletas, el BiciVila’t, que desde hace meses evidencia un deficiente funcionamiento derivado, en parte, de que la licitación de la gestión del servicio quedó desierta en varias ocasiones, por la falta de interés generada por las empresas por las condiciones del pliego que, al parecer, no se traducían en un negocio con rentabilidad.

Y es que, en los últimos días, han aparecido otras dos bicicletas dañadas por acciones vandálicas. En concreto, la ubicada en la base existente frente a la capilla del Cristo del Hospital amaneció partida por la mitad, mientras que la que hay en el Centre de Congressos, Fires i Trobades se encuentra sin rueda delantera.

Estos actos de gamberrismo se suman a los vividos durante las últimas fiestas patronales de la Mare de Déu de Gràcia, en septiembre, cuando resultaron seriamente afectadas varias de las bases, en las que se forzaron y dejaron inutilizados los enganches.

La suma de tristes acontecimientos no deja un panorama nada halagüeño para el actual sistema de préstamo municipal de bicicletas, por cuanto solo están operativas dos de las ocho bases repartidas por el casco urbano: las de la plaza del Llaurador y la piscina cubierta Yurema Requena. Y fuera de línea están las de la estación de Renfe, Pere Gil, Cristo del Hospital, el Termet, ayuntamiento y calle Miralcamp.

Mínima expresión

Al respecto, tal es la reducción a la mínima expresión de este servicio que, como se indicaba ayer por la tarde en la página web de BiciVila’t, solo estaba disponible para su uso una única bici en el punto ubicado en la plaza del Llaurador.

La situación en que se halla el sistema en la actualidad no gusta para nada al equipo de gobierno que lidera el alcalde José Benlloch. Y menos aún para el actual concejal de Medio Ambiente, el edil de Unides Podem, José Ramón Ventura Chalmeta.

De hecho, Ventura Chalmeta lleva desde el mismo momento en que asumió la delegación, el pasado mes de junio, estudiando diferentes posibilidades para dar un vuelco a un servicio que, como él mismo asegura, «ya se ha quedado bastante obsoleto».

Los últimos pasos que ha dado el edil para conocer los programas de fomento del uso de la bicicleta en otras ciudades son el viaje realizado a Vitoria y San Sebastián, donde se entrevistó con las concejalas de Movilidad de ambos municipios de Euskadi, Amaia Barredo y Pilar Arana, con quienes intercambio experiencia en materia de servicios públicos, infraestructuras y estrategias que favorezcan los desplazamientos y los medios de transporte más sostenibles «para reducir las emisiones de CO2 en zonas urbanas».