Las bajas por enfermedad común empezaron a reducirse en el 2008 en Castelló y tocaron fondo en el 2013. En el 2014 empezaron tímidamente a repuntar y en los últimos cuatro años no han parado de aumentar. También lo han hecho este 2019, que va camino de convertirse en el año con más bajas de la última década.Los datos que maneja el del Ministerio de Trabajo no dejan lugar para las dudas. En 2013, el número medio mensual de procesos de bajas era en Castelló de 1.894 ( la cifra no incluye las bajas de los profesionales autónomos) y este 2019 se han alcanzado ya las 3.370 por contingencias comunes, es decir, un 78% más. Y si se analizan los datos de bajas por accidentes de trabajo o enfermedades profesionales, la tendencia es la misma: una media de 410 partes al mes en 2013 frente a los 754 de ahora.

La estadística revelan que en apenas seis años, el número de procesos comunes casi se ha duplicado en la provincia y este año el alza respecto a la media del 2018 es del 6,3%, por lo que es muy probable que los procesos totales (contingencias comunes y accidentes de trabajo y enfermedades profesionales) rocen al final de año los 50.000, una cifra muchísimo más alta que la registrada durante el 2013, cuando fueron poco más de 27.000.

Las bajas por enfermedad común empezaron a reducirse en el 2008 en Castelló y tocaron fondo en el 2013. En el 2014 empezaron tímidamente a repuntar y en los últimos cuatro años no han parado de aumentar. También lo han hecho este 2019, que va camino de convertirse en el año con más bajas de la última década.Los datos que maneja el del Ministerio de Trabajo no dejan lugar para las dudas. En 2013, el número medio mensual de procesos de bajas era en Castellónde 1.894 ( la cifra no incluye las bajas de los profesionales autónomos) y este 2019 se han alcanzado ya las 3.370 por contingencias comunes, es decir, un 78% más. Y si se analizan los datos de bajas por accidentes de trabajo o enfermedades profesionales, la tendencia es la misma: una media de 410 partes al mes en 2013 frente a los 754 de ahora.

La estadística revelan que en apenas seis años, el número de procesos comunes casi se ha duplicado en la provincia y este año el alza respecto a la media del 2018 es del 6,3%, por lo que es muy probable que los procesos totales (contingencias comunes y accidentes de trabajo y enfermedades profesionales) rocen al final de año los 50.000, una cifra muchísimo más alta que la registrada durante el 2013, cuando fueron poco más de 27.000.

El absentismo crece en Castelló y también lo hace en España. La Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo (Amat) asegura en un informe que 1,1 millones de trabajadores no acudieron a trabajar ningún día del año en 2018, casi 400.000 más que en 2013 y 200.000 más que en 2007 al inicio de la crisis. Ello supone que estuvieron de baja el 5,86% de los trabajadores protegidos por el sistema frente al 4,45% que lo hicieron hace seis años.

De la baja al absentismo

Daniel Patiño, secretario de Acción Sindical, Salud Laboral y Medio ambiente de CCOO-PV, asegura que una cosa es el absentismo y otra, y muy distinta, la ausencia justificada del centro de trabajo. «"Las ausencias por baja médica justificada hemos de separarlas de las ausencias al trabajo sin justificar, y en ningún caso podemos vincular el comportamiento de la productividad empresarial a estas bajas justificadas y certificadas".

Y eso es, precisamente, lo que hacen las empresas y las mutuas que etiquetan como absentismo todo lo que lleva a pagar por horas no trabajadas. En este sentido, y según la patronal Amat, las contraprestaciones económicas que recibieron los trabajadores durante las bajas de 2018 (perciben entre el 65% y el 75% de la Base Reguladora cotizada que suele estar complementada hasta la nómina total por el acuerdo de las empresas con las mutuas) supusieron un gasto para la Seguridad Social de 7.500 millones y de 6.900 millones para las empresas cuando, por ejemplo, en 2013 era de 4.300 millones en cada caso. La Asociación de Mutuas ha calculado también los costes de oportunidad de los bienes y servicios que se dejaron de producir por el absentismo y, según su estimaciones, en 2018 se llegó a los 70.741 millones de euros (un 55% más que en 2013) que, sumados al gasto directo de la Seguridad Social y de las empresas, elevó un gasto para la economía española de más de 85.000 millones, es decir, más de 7,5 puntos de PIB.

Un gasto de 83 millones

En Castelló, las bajas laborales por incapacidad temporal supusieron el año pasado un gasto de 82,3 millones de euros, de los que algo más de 16 millones los asumió la Seguridad Social y otros 66 las mutuas colaboradoras. Este año la cifra todavía es más alta y hasta septiembre la cifra ya roza los 80 millones de euros.

Las enfermedades musculoesqueléticas son las principales causas de incapacidad temporal en Castelló. Y entre ellas destacan las lumbalgias, la tendinitis o el síndrome del túnel carpiano. En segundo lugar se encuentra la gripe, el virus que más absentismo laboral. El tercer puesto lo ocupan los trastornos mentales, especialmente la ansiedad, la depresión y el estrés.

Aumentan las bajas, pero son cada vez más cortas. En lo que va de año, la duración media fue de 52,3 días, tres días menos que hace tan solo un par de años, cuando la cifra de procesos eran menor pero duraban más.