La llegada de diciembre ha traído aparejada una bajada de las temperaturas y chubascos. Esta será la tónica predominante durante esta semana, tanto en la costa como en el interior, después de unas jornadas con temperaturas más propias de la primavera, donde se sobrepasaron los 23 grados en el litoral.

La borrasca que afecta a la península llegará a partir de este lunes. Las rachas de viento en la costa pueden ser fuertes, de ahí que la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) haya decretado la alerta amarilla por oleaje, especialmente, en la zona sur de la provincia.

El mercurio irá en descenso. En la capital de la Plana, la máxima no sobrepasará los 15 grados, mientras que la mínima marcará 11 grados. Por tanto, el termómetro sufrirá un fuerte descenso de casi 10 grados, que ya empezó a notarse desde la tarde ayer, con registros más fríos. La temperatura más baja de este domingo, en el conjunto de la Comunitat, se registró en Castellfort, con tres grados.

En el interior, por ejemplo, en Morella el termómetro oscilará entre los 10 y 2 grados, mientras que, en Segorbe, las máximas apenas llegarán a los 12 grados y las mínimas se quedarán en los ocho grados.

Donde sí estarán este lunes en alerta amarilla es en las provincias de Valencia y Alicante, donde la borrasca dejará a lo largo de la semana vientos de hasta 100 kilómetros por hora, fuertes lluvias acompañadas de tormenta, que pueden llegar a los 60 litros en 12 horas, y un descenso de temperaturas. «Vuelve el invierno», han advertido desde la Aemet.

Durante el martes y miércoles, el temporal se extenderá hacia el norte del área mediterránea. El martes, la cota de nieve puede bajar hasta los 800/1000 metros en zonas interiores de la vertiente mediterránea.

La borrasca empezará a remitir a lo largo del jueves. Por tanto, cara al próximo puente de la Constitución la temida inestabilidad meteorológica desaparecerá.