Uno de los fenómenos meteorológicos más destacados que ha traído consigo este temporal ha sido el fuerte oleaje, que acechó todo el litoral desde Almenara a Vinaròs, provocando inundaciones en los paseos marítimos y viales más cercanos al mar. Una vez más, la borrasca puso en evidencia la falta de protección de la primera línea de playa en las principales localidades costeras de la provincia, especialmente, en la zona sur.
La virulencia de las olas llevó a las cofradías de pescadores de Burriana, Grau, Peñíscola, Benicarló y Vinaròs a permanecer en el puerto amarrados, por lo que no pudieron salir a faenar. «En Benicarló las barcas han permanecido atracadas en el puerto porque había olas de más de tres metros», indicó el presidente de la Cofradía de Pescadores San Telmo, Franciso Querol.
De igual modo, PortCastelló vio afectada su actividad con cierres parciales de sus instalaciones.
Sin duda, la peor parte de la embestida del temporal marítimo se volvió a registrar en las localidades del sur, como Moncofa y Almenara. En la primera de ellas, el paseo marítimo se inundó por completo, mientras que un tramo del principal vial del distrito marítimo, la avenida Mare Nostrum, tuvo que cortarse parcialmente al tráfico, dado que el agua del mar saltó a la avenida arrastrando arena y piedras.
En la vecina Almenara, la fuerza de las olas volvió a dañar el paseo marítimo de madera, arrancándolo de su base. En este sentido, la alcaldesa de Almenara, Estíbaliz Pérez, lamentó que todo el trabajo que ha estado haciendo Costas en recuperar la zona dañada por el último temporal «ha vuelto a sufrir desperfectos, desapareciendo todo el material que se había depositado».
En Nules y Burriana también hubo problemas. En esta última se impidió el paso por la pasarela del Clot y un tramo de la Serratella frente a la depuradora por las fuertes olas. En Almassora, se registraron cortes en el paseo marítimo, al igual que en Vinaròs, donde el agua del mar inundó la carretera de la Costa Sur.
Los que sí sacaron rédito del temporal fueron un grupo de surfistas que aprovecharon el estado de la mar para deslizarse sobre las olas en Benicarló.
