Quedan 18 días para que eliminen los peajes en la AP-7 a su paso por Castelló y circular por la vía será gratuito. Se ve cumplida de este modo una reivindicación que se lleva repitiendo desde hace décadas, tanto desde el punto de vista económico, al considerar que la construcción de la carretera está más que amortizada, como desde el punto de vista de la seguridad vial, ya que liberará el tráfico de carreteras tendentes a la saturación, como la nacional 340 o la CV-10. Sin embargo, están en el aire varias cuestiones relacionadas con este proceso, y muchas de ellas es probable que no se resuelvan hasta que no haya Gobierno en Madrid.

¿Cuánto tráfico soportará el vial tras el 1 de enero?

En teoría --está previsto para finales de año-- tienen que anunciar en breve la adjudicación del estudio que analizará cuál será el volumen de tráfico que soportará la carretera una vez sea liberalizada. A partir de ahí, la empresa encargada de esta tarea tiene seis meses para llevar a cabo el informe, tal y como marcan las condiciones de dicha licitación.

Es por ello que, a día de hoy, el Ministerio de Fomento no tiene datos sobre cuáles pueden ser los tramos con más vehículos, qué porcentaje de tráfico pesado habrá, qué nivel de desgaste tendrá el firme... De momento, y a falta de la llegada masiva de turismos, las bonificaciones a camiones han hecho que el tráfico en la AP-7 haya crecido este año tres veces por encima de la media de autopistas españolas.

¿Para cuándo los nuevos accesos de Conselleria?

Este punto está directamente relacionado con el anterior. La Conselleria de Infraestructuras propuso el pasado año la construcción de diez nuevos accesos en la autopista a su paso por la Comunitat, tres de ellos en Castellón (Benicàssim, Vila-real y Vinaròs), para facilitar el acceso al vial a un mayor volumen de vehículos.

Pero para ello es necesario conocer los datos del estudio que todavía no se ha completado, por lo que ahora mismo esta actuación está en stand by. De hecho, ni siquiera hay fecha para la comisión bilateral entre el Gobierno central y la Generalitat para determinar la conveniencia o no de estos nuevos accesos. En este sentido, la inestabilidad gubernamental tampoco ayuda, como reconoció recientemente en Castelló el actual conseller de Obras Públicas, Arcadi España.

¿Cómo se financiará la autopista sin los peajes?

La gran pregunta, que también tendrá imposible respuesta hasta que no haya un Gobierno en Madrid. El ministro de Fomento en funciones, José Luis Ábalos, ha sido esquivo a la hora de dar una contestación contundente, pero sí que ha deslizado en varias ocasiones que la liberalización no va a salir gratis y que, de una manera u otra, hay que pagarla.

En este sentido, Ábalos ha apelado en bastantes ocasiones a la necesidad de llegar a un gran «pacto de Estado» que determine cómo afrontar este importante gasto, ya que al margen de la AP-7 se liberan otras carreteras.

Los que sí han sido explícitos en este sentido son los empresarios. La patronal catalana, Foment del Treball, ha propuesto un canon de explotación para el mantenimiento de la vía que deberían asumir los conductores. También la Cámara de Alicante cree necesaria «alguna fórmula de peaje blando», ya que de lo contrario no ven viable la infraestructura, la misma opinión que mantienen desde la Cámara de Contratistas de la Comunitat. En la CEV no hay una postura común, pero reconocen que hay voces que piden establecer algún tipo de pago al usuario.

¿Necesita una carretera más transitada más recursos?

De lo que no hay ninguna duda es que el tráfico va a aumentar exponencialmente y que, en consecuencia, es más que posible que tenga más necesidades. «Tras la liberalización, el porcentaje de vehículos pesados pasará de ser de un 9% a un 20%. Esto, entre otras cosas, provocará que el firme se resienta, pues no está preparado para ese caudal de camiones», dice el presidente de la Cámara de Contratistas Manuel Miñes. Esto, por supuesto, implica un mayor gasto en mantenimiento. Desde dicha institución han alertado de que es posible que el dinero que Fomento ha consignado en este sentido sea insuficiente.

También desde la Asociación Empresarial Castellonense de Transportes de Mercancías por Carretera (ACTM) han hecho otra petición: ante el incremento de camiones, crear más áreas de descanso públicas. Esto es, que no impliquen necesariamente la entrada en un comercio. Este tipo de zonas es usual, por ejemplo, en carreteras como la AP-68.

¿Qué pasará con todos los puestos de peaje?

La intención del Ministerio de Fomento es la de eliminar los puntos de peaje, puesto que a partir del 1 de enero ya no cumplirán ninguna función. Sin embargo, no hay establecido por ahora ningún plazo en este sentido. «No va a ser inmediato», avisan fuentes de dicho departamento.

Por ello, por el momento los usuarios de la carretera deberán reducir la marcha cuando lleguen a estas áreas, ya que deberán pasar por la zona de barreras, que estarán levantadas.

¿Qué empresa asumirá el mantenimiento del vial?

Una carretera de estas características implica el mantenimiento de elementos como el alumbrado, la señalización, la vigilancia, el asfaltado, el cuidado de las lindes de la carretera... Con la finalización de la concesión a Aumar, se abrirá este servicio al concurso público para que concurran las empresas interesadas.

El problema, como ya ha publicado Mediterráneo, es que la licitación se publicó en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el pasado mes de noviembre y la adjudicación está prevista para febrero, con lo que hay un plazo que debe ser cubierto y con toda probabilidad lo hará la anterior gestora.

Y eso si no hay problemas en todo este proceso como los que se dieron, en forma de recursos ante los tribunales, en el caso de la AP-1. Esta carretera, liberalizada en el pasado 2018, fue conservada por la anterior concesionaria durante casi un año.