El Ministerio para la Transición Ecológica ultima una actuación pendiente en la playa Gurugú de Castelló, la recuperación del espacio ocupado por el antiguo merendero conocido como Ortega Playa. El conjunto, que ocupaba más de 5.000 m2 de playa, estaba abandonado desde hace años y presentaba unas condiciones de ornato e higiénicas deficientes.

Tras demoler el antiguo edificio y adecuar el terreno, han trabajado en la regeneración de la playa, mediante la formación de un cordón dunar de 3.000 m2 y la instalación de captadores dunares de mimbre. También han procedido a plantar 7.500 unidades de especies vegetales dunares autóctonas. Los cordones dunares son la forma natural de protección de una playa frente a los temporales. El material usado es el propio de la playa que, por la dinámica litoral, se traslada de manera natural hasta la desembocadura del río Seco, impidiendo su natural desagüe. Ahora, han mejorado la funcionalidad de la playa a través de su regeneración ambiental y la capacidad de desagüe del propio río Seco.

La reforma incluye una pasarela de madera de 750 m2 y más de 3,5 metros de ancho. La senda va apoyada sobre una estructura de pilotes de madera hincados en el terreno. Su trazado respeta la vegetación existente, formada principalmente por eucaliptos y palmeras, que han quedado integrados en el conjunto.

Esta pasarela de madera permitirá dos recorridos para peatones y bicicletas. Esto solventará el estrangulamiento que se daba en el paseo y que provocaba que en una acera de menos de tres metros de ancho se aglutinara todo el tránsito pedestre y de bicis. Además, mejorará la conexión peatonal con la playa del Pinar.

Las obras comenzaron en agosto del 2019 y está prevista su finalización en próximas fechas.

El presupuesto estimado es de unos 300.000 euros, cuya financiación corre a cargo íntegramente de la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y del Mar.

La actuación se inició con la depuración de la situación jurídica de los terrenos ocupados, hasta la recuperación de su posesión.