El peor temporal registrado en las últimas décadas en Castellón dio ayer paso a los primeros rayos de sol. Pero los efectos de los daños siguen patentes en las playas, paseos marítimos y zonas urbanas más próximas a la costa. Las máquinas de limpieza comenzaron a trabajar y todavía tardarán un tiempo para volver a la normalidad. Serán días en el caso de la retirada de piedras y arena y meses en los sitios donde las olas arrancaron el pavimento de los viales y equipamientos.

Los municipios dieron ayer el pistoletazo de salida a Fitur y promocionaron sus atractivos turísticos con la esperanza de que todo esté a punto para la Semana Santa. Mientras tanto, empiezan a calcular la factura de los estragos y ponen su mirada en las medidas de la Dirección General de Costas, a la que varios alcaldes dirigen su atención, y urgen decisiones más efectivas para que los destrozos y reparaciones no se conviertan en costumbre.

En este sentido, la primera edila de Almassora, Merche Galí, expuso que este departamento estatal «ya hizo obras de protección», pero ante lo visto dudan «de sus efectos reales»: «En verano se hizo un estudio para calcular el efecto, pero no lo conocemos». A pesar de las inversiones realizadas en los últimos años, «hay problemas con cada temporal» y siguen «al albur del fuerte oleaje». Mientras tanto, los tres kilómetros de litoral continúan cortados al paso y Galí subraya que necesitan «ayuda para limpiar y dejar la zona en condiciones», indica.

Encuentro en Madrid

La alcaldesa de Almenara, Estíbaliz Pérez, mantuvo ayer una reunión con el subdirector de Costas, Ángel Muñoz, que estaba programada con anterioridad, y que fue convocada aprovechando su asistencia a Fitur. Acompañada de la diputada en el Congreso Susana Ros y la senadora Ana Belén Edo, recibió la promesa del próximo desbloqueo de 7,8 millones previstos para el municipio, y que podría haber un avance de tres meses, para que la inversión arranque antes de que acabe este 2020. «Todos los vecinos llevamos más de 20 años reivindicando la construcción de espigones, pero ahora tener que esperar casi un año sigue siendo mucho tiempo», comentó Pérez. Mientras, espera que no se produzcan más sobresaltos en los próximos meses, ya que indica que la costa está actualmente «en la UCI».

Su homólogo de Moncofa también aludió a la constante petición de espigones. Wenceslao Alós detalló que en esta ocasión los daños son «muy grandes, los mayores de la última época. Se puede calificar la zona como catastrófica, y todo por no haber realizado las actuaciones que indicaba el estudio de la Universidad de Cantabria», que saben que se «deben de realizar desde hace 10 años, pero el Gobierno de España no las lleva adelante». La intensidad del mar decreció ayer en este término, pero algunas calles seguían inundadas, a la espera de evacuar todo el agua.

El alcalde de Nules, David García, recordó que en agosto se celebró una manifestación sobre este problema, cuando exigieron a las administraciones que ejecuten e insten a que la costa sur ya tenga listos «los proyectos necesarios y adjudicadas las obras por la vía de urgencia». Además, valoró que la playa de su municipio «no puede esperar»: «Nos sentimos claramente perjudicados por la falta de decisiones políticas que nos apoyen y necesitamos con urgencia que destinen las inversiones necesarias para proteger y regenerar la totalidad de esta costa».

Según la munícipe de Burriana, Maria Josep Safont, no quieren promesas, quieren «soluciones». «Es hora de ponerse a trabajar en esto. No hemos sufrido problemas tan grandes como otras localidades porque tenemos pocas viviendas y viales en primera línea, pero las que hay están destrozadas», dijo.

Efectos en el norte

El litoral norte tiene unas características diferentes, aunque en los últimos tiempos también hay puntos que necesitan medidas contra la erosión. La alcaldesa de Cabanes, Virgina Martí, recordó que tras el temporal del 2017 quedó afectada una parte de la zona dunar y ahora ha vuelto a ver inundado un cámping. Sobre Costas, aludió que falta «coordinación, información y transparencia» a la hora de conocer las medidas a acometer. En cuanto al desalojo de los campistas del martes, ayer ya pudieron desaguar y bajar el nivel de agua que se había acumulado.

La máxima autoridad de Orpesa, María Jiménez, opina que es el momento de pedir «a todas las administraciones que se impliquen, ya que esto no es un problema único, sino conjunto porque ha afectado a toda la costa de Castellón, a unos municipios más que a otros, pero hay que solucionarlo de forma conjunta y no municipio a municipio de forma aislada. Está claro que los temporales cada vez serán más fuertes, hay que tomar soluciones a largo plazo y no poner parches».

El alcalde de Vinaròs, Guillem Alsina, habló del socavón en el puente del Saldonar, estructura que cedió al paso de un tractor que limpiaba el litoral. «Hace falta una actuación integral y estructural por parte de Costas para este puente dado su demostrada peligrosidad», dijo, al igual que otro puente en les Salines.

Medidas inmediatas

Mientras buena parte de los representantes locales ponen la mirada puesta en soluciones duraderas, hay medidas a acometer de manera inminente, con la reparación de los daños en los equipamientos y propiedades privadas, más aquella actuaciones para que las playas puedan ser utilizadas cara a la próxima campaña turística. A ello se refirieron los alcaldes de Peñíscola, Andrés Martínez; Benicarló, Xaro Miralles, o Torreblanca, Josefa Tena. Informan J. Flores, M. J. Sánchez, E. Bellido, I. Calpe y M. À. Sánchez.