La Audiencia Provincial de Castellón ha condenado a una red de narcos colombianos a penas de prisión que suman 24 años por dedicarse a la distribución de cocaína en la provincia. Según ha declarado probado el tribunal, la organización se dedicaba tanto a la venta directa y al menudeo en domicilios, como a la adquisición de cantidades importantes para su posterior ofrecimiento a terceros entre los años 2012 y 2013.

Los magistrados consideran acreditado que la principal acusada, de 43 años, se lucraba con la compraventa de cocaína. En enero del 2013, agentes de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) sorprendieron a uno de sus compinches cuando escondía dos paquetes de droga en un habitáculo construido para tal efecto en un vehículo Citröen Xsara. Cada uno de ellos contenía un kilo de la sustancia, con una pureza del 69%, y su valor conjunto ascendía a 72.148 euros. Además, encontraron en posesión del hombre otros 30.000 euros en efectivo, según la sentencia.

Registros

En el domicilio de la cabecilla los investigadores dieron con 628 euros, obtenidos de su ilícita actividad, según el tribunal castellonense. La Policía Nacional intervino otro paquete con casi 200 gramos de cocaína (y una pureza del 42%) en poder de uno de los colaboradores de la red sudamericana. El valor del estupefaciente intervenido ascendía a otros 11.705 euros.

Otro de los condenados fue detenido cuando salía de su domicilio, en el mes de mayo del 2013, en compañía de su esposa. En una riñonera que portaba los policías hallaron 50 gramos de la misma droga, con una elevada pureza del 81%, destinada a la venta y distribución a terceros y que hubiera alcanzado un valor de 5.697 euros en el mercado.

Armas

Tras esta intervención, registraron su vivienda, donde encontraron básculas de precisión, libretas y anotaciones, una pistola semiautomática del calibre 22 y 122 cartuchos. El arma mantenía su capacidad de funcionamiento y de ser disparada, según el documento judicial.

En otra de las casas de la red, agentes de la Udyco dieron con otros 63 gramos de cocaína y dinero en efectivo; mientras que en un último inmueble hallaron distintas cantidades de cannabis.

La Policía Nacional pudo hilar la relación existente entre todos los condenados a través de una laboriosa investigación, vigilancias y escuchas telefónicas debidamente autorizadas judicialmente por el juzgado instructor.

Los miembros de la red colombiana hablaban en clave, con expresiones tales como «ha tenido un accidente» --para referirse a que ha sido detenido--, «ya está en el hotel» --ha ingresado en prisión--, «dos perlas» --dos gramos-- o «el jamón» --la cocaína--.

Además de las penas de prisión, el tribunal les impone multas que van desde 120.000 euros a la cabecilla, a mil para alguno de sus colaboradores.