El presunto abusador sexual de una menor de 16 años no se presentó en el juicio que se celebraba ayer a las 10.00 en la sección primera de la Audiencia Provincial de Castelló para dictar la sentencia a su caso. El acusado está en paradero desconocido y el juez ordena su busca y captura.

La fiscalía solicitó tres años de prisión para el varón. Los hechos ocurrieron en la madrugada del 28 de mayo de 2017, cuando el inculpado se encontraba con su pareja en compañía de otro matrimonio y la hija de estos.

A las 4.00 el presunto agresor se quedó a solas con la víctima, que en el momento de los hechos tenía 15 años. Según rezan los señalamientos de la fiscalía, en ese momento comenzó a hacerle comentarios sobre prácticas sexuales, «con el propósito de satisfacer su ánimo libidinoso».

Acto seguido, empezó a «tocarle con ambas manos los glúteos y los pechos y darle un beso en la boca agarrándole la mandíbula para que no se pudiera apartar».

La menor logró dar un empujón al hombre y zafarse. Como consecuencia de la presunta agresión, sufrió ansiedad y transtorno por estrés postraumático. Los padres reclamaron la correspondiente indemnización por los veinte días que tardó en curarse.

Además de la pena de tres años de prisión por un delito de abuso sexual a una menor de 16 años, la fiscalía solicitó seis años más de libertad vigilada al salir de la cárcel. En cuanto a las indemnizaciones, requirió 2.000 euros en concepto de responsabilidad civil por los perjuicios morales ocasionados a la víctima.

El juicio queda pospuesto hasta que las fuerzas de seguridad encuentren al presunto agresor. La familia afectada esperaba ayer en las puertas de los tribunales a que la vista tuviera lugar y se cerrase el caso, pero aún tendrá que aguardar un tiempo más.

Caso en Alicante

Justo ayer, la sala segunda del Tribunal Supremo, declaró nulo el juicio oral y la sentencia que dictó la Audiencia Provincial de Alicante cuando condenó a dos años y medio de cárcel a un hombre por abusos sexuales a un niño saharaui con el argumento de que la instancia judicial rechazó la declaración del menor en el juicio.

El condenado había acogido al niño del Sáhara en su casa de Alicante en un programa de vacaciones en el 2014. Según el alto tribunal, la declaración del niño «era la única prueba de cargo de la acusación». Por tanto, al no haber ese testimonio, solicitan la repetición del juicio con distintos magistrados a su cargo.

El Supremo recuerda que el propio menor acudió voluntariamente ante el tribunal, por lo que queda probada «su capacidad personal de abordar el acto».