El Ayuntamiento de Castelló ha impuesto, durante todo el 2019, un total de 170 sanciones a propietarios de animales por no cumplir las normas y ser autores de infracciones vinculadas a sus mascotas, según informaron fuentes municipales.

Las multas por tener perros potencialmente peligrosos sin licencia han llegado a las 37 y cada una de ellas con un importe de 2.404,05 euros, seguidas de las sanciones por no estar el can registrado, de las que se han interpuesto 26 a razón de 90 euros por cada una de ellas o por no disponer del chip reglamentario, que han sido un total de 24 sancionadas con más de 600 euros.

El municipio también ha castigado a 40 castellonenses con multas de 300,51 euros por llevar al perro suelto o sin bozal; a ocho con 200 euros por no recoger los excrementos; a 15 con 601,02 euros porque sus mascotas estaban en instalaciones indebidas; y a 14 por otras cuestiones como no aportar la documentación requerida del animal o molestias ocasionadas por las mascotas con penas que oscilan entre los 600 y los 18.000 euros.

«El principal objetivo de las sanciones es garantizar la seguridad de los animales pero también de su entorno, por lo que los propietarios deben de comprometerse a mantenerlos en las condiciones de higiene y salud marcadas por la normativa», aseguró el concejal de Bienestar Animal, Ignasi Garcia.

Censo importante

Para el consistorio también es prioritario que «todos los animales estén censados, de manera que podamos recuperarlos si se pierden o localizar al propietario si sufren un accidente», remarcó Garcia.

Para el edil es importante que la ciudadanía esté concienciada sobre la necesidad de cumplir estas normas y que recoja los excrementos de sus mascotas de la vía pública. De hecho, a finales del pasado año, el Ayuntamiento lanzó una campaña de concienciación para los ciudadanos, al respecto. Bajo el lema ¡Recógela, es tu responsabilidad!, la administración facilitó 1.200 estuches con bolsitas de recogida a los propietarios de los canes, así como material con información sobre las consecuencias de no recoger los residuos de las mascotas.

Castelló cuenta con 17.000 perros censados que generan más de 4.000 kilos de residuos que «si no se recogen producen una mala imagen de las zonas verdes públicas, además de suponer un gasto extra para la limpieza y un problema de higiene».