El coronavirus amenaza con acabar, al menos temporalmente, con la calidez de ritos religiosos tan populares como los besamanos y dar la paz. El Obispado de la diócesis de Segorbe-Castellón, a través de su vicario general, Javier Aparici, ha enviado a todos los párrocos una guía con recomendaciones para misas y actos festivos, a fin de evitar la propagación del virus, como vaciar de agua bendita las pilas; dar la paz sin abrazos ni apretón de manos; y comulgar con la mano.

Hoy domingo muchos curas explicarán en la misa los consejos a sus feligreses. Una de las primeras pruebas de fuego llegará el 21 de marzo, en plenas fiestas de la Magdalena de Castelló, con motivo del tradicional besamanos a la Lledonera, tras la ofrenda flores.

El prior de la Basílica del Lledó, Josep Miquel Francés, explicó que los besamanos «no se prohíben», pero sí se «pide» a los fieles que sustituyan los besos por otras muestras de afecto que no impliquen contacto físico. Sobre cómo se procederá ese día, Francés apuntó que al acto asiste el obispo como máxima autoridad para dirimir pero en principio se apelará al sentido común de los participantes. «Hasta ahora, una vez finalizada la ofrenda se solía bajar la imagen y las reinas de las fiestas, damas, madrinas y los devotos que así lo deseaban besaban la imagen y se fotografían como recuerdo. Dura una media hora. La idea es venerar igual la imagen sin besarla», dijo. Además, se demandará «rapidez» para evitar las aglomeraciones en actos como este o como el besamanos al Cristo yacente y la adoración de la Cruz del Viernes Santo. Aquí queda pendiente la coordinación con las cofradías de las distintas localidades.

Como prior de la basílica, Francés también apuntó que hace una semana vació las pilas de agua bendita por el coronavirus y, desde ayer, dado que las normas eclesiásticas lo permiten, por prudencia, «en la liturgia diré la paz esté con vosotros y con tu espíritu, pero eliminaré la parte de Daos fraternalmente la paz, pues no es obligatorio»

Y es que, en Castellón-Segorbe, «cada sacerdote decidirá», apuntó el vicario general Aparici, quien indicó que se habían producido «muchas consultas de los files, por las noticias que cada día llegan sobre la expansión del coronavirus». Con todo, agregó, «aconsejamos, pero dejamos libertad. No podemos prohibir que un matrimonio o familiares se den la paz con un abrazo. Nosotros diremos en misa las recomendaciones. Nos haremos eco, pero no impondremos».