Los planes de vacaciones de los castellonenses, marcados este verano por la pandemia, serán muy diferentes a lo previsto, Y a tenor de las primeras previsiones de las agencias, los viajes de larga distancia serán nulos y el ocio se limitará a quedarse en casa, con algunas escapadas próximas por la Comunitat y España. O quien la tenga, irá a su segunda residencia. El presidente de la Asociación de Agencias de Viajes de Castelló, Diego Tirado, explica que, con julio a la vuelta de la esquina, «la reserva de vacaciones está muy parada. La gente pregunta, pero tiene miedo a los rebrotes del covid-19. La demanda ha caído un 90%, algo nunca visto, ni en la peor crisis». Al respecto, agrega que «quizás en las próximas semanas se anime. Al factor sanitario se junta el económico y tampoco hay mucha oferta de los turoperadores. No hay cruceros y muchos viajes organizados se han aplazado a octubre».

Con todo, hay interés por reservar alojamientos, «como casas rurales más independientes», pero siempre por España, añade. Y es que los clientes habituales que aprovechaban el verano para cumplir su sueño de viajes de larga distancia, como Asia o EEUU, este año los han aparcado, y «o bien se quedarán en casa, en el apartamento o en el pueblo».

Si el sector turístico está tocado por los efectos de la crisis sanitaria internacional de los últimos meses, las agencias en particular están sufriendo mucho. «Ya perdimos los viajes habituales en Magdalena, Semana Santa, el Imserso se anuló y ahora, veremos. Vivimos del verano. Si no se arregla, será un año de pérdidas», apunta el portavoz del sector castellonense, quien añade que los créditos ICO «solo suponen endeudarse y las ayudas directas de 2.500 euros de la Generalitat van bien, pero son insuficientes ante la coyuntura actual», subraya.

Desde otra agencia veterana de Castelón, Resertours, su gerente Fermín Puig coincide en que «de viajes al extranjero no se vende nada». Los castellonenses no están por esa labor. «Como mucho, nos piden algún vuelo a Europa para ver a la familia», explica. Y además, «los turoperadores no han sacado producto para este verano, apenas algún paquete con vuelo directo desde Valencia a París, sur de Italia, Viena o Praga pero si cuando se acerque la fecha no se llenan, se cancelarán».

El producto de turismo nacional, las islas y norte de España, es lo que prima en los folletos. «Pero muy pocos castellonenses reservan. Tenemos algo para un circuito por el Pirineo Aragonés el 27 de julio con 25 personas, a los campos de lavanda de Guadalajara, a la Vall d'Aran», detalla. «¿La ventaja este año? Que el cliente puede anular el viaje una semana antes sin gastos», comenta.

Pasar unos días en la costa de la Comunitat o el interior de Castelló son otras preferencias, «pero el turismo rural los castellonenses lo suelen contratar directamente», dice. Hay quien tenía un viaje antes de la pandemia y se le abona un vale para poder canjearlo cuando quiera. En definitiva, «este verano no tiene nada que ver con otros», concluye.