La pandemia no ha impedido que las playas de Castellón reciban día tras día a miles de bañistas este verano. No obstante, cada municipio del litoral contiene la amenaza del virus en sus arenales con sus reglas de juego, apuestas personales de cada ayuntamiento que no tienen por qué coincidir con las de otros, aunque el balizamiento de la playa, el uso de banderas para indicar la superación del aforo o la implementación de un servicio de megafonía son algunas de las que aplican.

Aun así, ese criterio heterogéneo a la hora de definir las medidas de seguridad contra el covid hace que los municipios hayan reducido de forma diferente sus aforos, lo que provoca que unas playas de la provincia lleguen a su capacidad máxima más pronto, además de los metros cuadrados que pueda tener cada arenal.

Es el caso, por ejemplo, de Orpesa, donde la batería de acciones implementadas para proteger a los bañistas --de hecho, fue el primer destino turístico de Castellón en ponerse manos a la obra para reforzar la seguridad-- y la popularidad habitual de la que suelen gozar sus playas han provocado que sea el municipio de la provincia con un nivel de asistencia más alto. Así lo revela la plataforma Zones de bany CV , impulsada por la Generalitat, que muestra en tiempo real el nivel de ocupación de 340 playas de la Comunitat.

A raíz de ese fuerte despliegue, las tres playas estrella de Orpesa (Morro de Gos, les Amplàries y especialmente La Concha, la más concurrida) han alcanzado el tope de su aforo durante todos los días de este mes de agosto, capacidad limitada a «más de una tercera parte» de la superficie habitual de cada arenal, según explica el concejal de Playas, Jordi Llopis. Algo que deja una imagen distinta en los arenales a otro mes de agosto.

La clausura temporal de las playas debido a un alto nivel de concurrencia no ocurre solo en Orpesa, ya que las personas que acuden a otros puntos del litoral como Benicarló --el siguiente municipio con más cierres -- también ven cómo en ciertas horas ya no pueden acceder a la playa del Morrongo, la más popular en la localidad, porque se ha alcanzado ya la capacidad máxima. «Casi todos los días de agosto hemos tenido que cerrarla y siempre ha sido entre las 10.00 y las 12.00, cuando más afluencia de gente hay», comenta el concejal de Policía, Ilde Añó. Informa M. J. Sánchez .

Tras las súbitas e intensas lluvias del miércoles por la tarde, la vuelta del buen tiempo y el contexto vacacional propiciaron que los bañistas acudieran ayer de forma generalizada a la costa, como en Vinaròs, donde la playa del Clot también estuvo llena por encima del 90% de su aforo --al igual que el martes la de Las Fuentes, en Alcossebre, según los datos que ofrece la aplicación del Consell ( bany.gva.es ), que ofrece un mapa interactivo y actualizado de forma constante en el que muestra por colores qué playas están más o menos concurridas: verde (nivel bajo), amarillo (entre un 35% y un 90%) y rojo (más del 90%, por lo que no se pueden respetar las distancias de seguridad).

La mayoría de los arenales tienen un aforo amarillo, como los de Castelló, Cabanes, Burriana, Torreblanca, Moncofa o Peñíscola, corroborando en este último municipio un repunte de afluencia respecto al último balance en la playa Norte, que un dron calculó que era entre un 16% y un 34%.

Igualmente, el Ayuntamiento de Benicàssim anunció ayer que, en las primeras semanas de agosto, el aforo en las cinco playas de la localidad no ha alcanzado el 50% de su capacidad. El tope fue el domingo, que estuvo al 46,7%.