Pozoblanco, 26 de septiembre de 1984. El cuarto toro de la tarde acabó con la vida de una gran figura del toreo: Francisco Rivera Paquirri. Avispado, marcado con el número 9, de 420 kilos de peso, corneó gravemente al torero que acabaría falleciendo horas después en el trayecto al Hospital Militar de Córdoba. Paquirri se convirtió en leyenda y Avispado pasó a ocupar las páginas trágicas de la historia de la tauromaquia como ya lo hicieron Bailaor, Islero, Burlero…

La cabeza de aquel ejemplar de la ganadería de Sayalero y Bandrés, junto con la de Mosquetero, el primer toro de aquella fatídica tarde y que acabó siendo el último que mataría Paquirri en su vida, han permanecido desde entonces en el Museo de la Tragedia, propiedad de un aficionado de Gelves que conserva otras taxidermias de funestas historias. Después de muchos años, Avispado fue descolgado ayer miércoles del lugar en el que tantas visitas ha recibido y ha viajado durante toda la noche para llegar hoy jueves a Borriana.

Satine la ha adquirido junto a Mosquetero para formar parte de su museo taurino, que está habilitando en un edificio de 2000 metros cuadrados y dos plantas en el centro de Burriana y que abrirá sus puertas en septiembre del 2021, coincidiendo con las fiestas de la Misericordia.

La afición castellonense podrá así contemplar de cerca esta pieza histórica, que ya aguarda en un museo tal y como deseaba su anterior dueño, Juan Carlos Lora.

Hacía escasos días que este había colgado en un portal de anuncios de segunda mano la venta de la cabeza de toro por el precio de 30.000 euros, aprovechando todo el revuelo mediático que estas últimas semanas ha despertado la polémica herencia de Paquirri y el distanciamiento que existe entre sus hijos Francisco y Cayetano Rivera con Isabel Pantoja por los artículos que su padre les dejó en herencia. Un revuelo alimentado por las últimas presencias de Kiko Rivera ante las cámaras de televisión atacando a su madre.

Finalmente, tras varias ofertas, Avispado se quedará en tierras castellonenses, donde será expuesto públicamente. Su presencia en el museo, además de evitar especulaciones y el rigor y el respeto con el que este valioso objeto se mostrará, han convencido a su anterior propietario para deshacerse de esta pieza única.

Septiembre

Eso sí, los aficionados deberán esperar hasta el próximo mes de septiembre para contemplar a Avispado y Mosquetero.

Si la pandemia lo permite, la Fundación Satine exhibirá en las fiestas de Burriana dos toros de Miura y Victorino. Un día que servirá para abrir las puertas de un museo cuyo objetivo es mostrar piezas únicas de la tauromaquia, como lo es Avispado, que ya permanece en Burriana tras un viaje de más de 700 kilómetros y una leyenda que sigue estando muy viva 36 años después de llevarse en sus pitones la gloria de un torero grandioso como Paquirri.