Un hombre ha aceptado este miércoles una condena de 4 años de prisión por intentar matar a un ondontólogo de un centro de salud de Benicarló (Castellón) tras no atenderle presencialmente por las circunstancias sanitarias de la pandemia.

La sentencia, que la ha dictado un juez de la Sección Primera de la Audiencia de Castellón 'in voce' tras llegar las partes a un acuerdo de conformidad y que contempla la atenuante semiincompleta de trastorno mental, condena al acusado por un delito de homicidio en grado de tentativa.

Además de la pena de prisión, el procesado ha sido condenado a no acercarse ni comunicarse con la víctima a menos de 500 metros por un periodo de 10 años y a indemnizarle con 3.600 euros por las lesiones y a 9.000 euros por las secuelas.

Los hechos probados ocurrieron el 15 de junio de 2020, cuando el procesado llamó por teléfono para pedir cita con el ondontólogo del centro de salud de Benicarló, donde le manifestaron que le llamaría el médico cuando pudiera. Sobre las 19.30 horas, el procesado recibió la llamada del odontólogo, el cual le indicó que solo podía atender casos de urgencia por las excepcionales circunstancias sanitarias y que solo era posible prestarle atención telefónica.

Por la insistencia del acusado, el médico se vio obligado a cortar la comunicación. Minutos más tarde, el procesado se personó en el centro de salud con la finalidad de ser visitado por el dentista y se dirigió a la consulta del facultativo, el cual estaba pasando consulta.

Sacó un cúter

Una vez dentro, el odontólogo le volvió a decir que no le podía atender y, entonces, el procesado sacó un cúter que llevaba en el bolsillo, lo abrió y le dijo que le iba a "cortar el cuello". Con el fin de acabar con la vida del médico, se abalanzó sobre él y le alcanzó en la cara, cuello, torso y mano izquierda, pero no consiguió su propósito al defenderse la víctima.

Como consecuencia de los hechos, el médico sufrió varias heridas, por las que necesitó tratamiento médico quirúrgico posterior y precisó para la curación de sus lesiones de 60 días impeditivos para sus ocupaciones habituales. Además, persiste la sintomatología de estrés derivado de la situación, perjuicio estético moderado y hormigueo y falta de sensibilidad en el dorno de la mano izquierda.

El procesado presenta un diagnóstico compatible con un trastorno depresivo grave recurrente, trastorno de adaptación y trastorno por abuso de sustancias, lo que produce en él un emprobrecimiento de su personalidad y un déficit de control de impulsos. En el momento en que cometió los hechos presentaba mermada su voluntad, pero conservaba su capacidad cognitiva.