Catalanes de nacimiento, fue en el municipio turolense de Arcos de las Salinas donde Mercè Morilla y Dan Prior sentaron las bases de lo que años después potenciarían e implantarían en Castellón. Tras alquilar un horno y aprender el oficio de panaderos en esa localidad de Teruel, en 1985 se aventuraron a elaborar productos saludables siendo respetuosos con el entorno, por lo que empezaron a producir pan ecológico, además del convencional.
Esa inmersión inicial en este tipo de horneado, entonces muy alternativo y prácticamente inexplorado, ha acabado siendo su método de vida, sobre todo desde que se mudaron en 1989 a la masía Parral, ubicada en Els Rosildos, un núcleo poblacional de la Serra d’en Galceran. Fue en esta casa situada en el campo donde abrieron el Forn del Parral, una empresa familiar, 100% artesanal, que se convirtió en pionera al ser el primer obrador ecológico en Castellón. No solo a nivel provincial, sino también a escala nacional, ya que fueron "el segundo o tercer horno" en dedicarse únicamente a productos de este tipo.
"Fin de una etapa"
Ahora, 34 años después, Mercè y Dan se jubilan y buscan a alguien que quiera seguir con el negocio. "Sabe mal, pero qué le vamos a hacer. Tarde o temprano tenía que llegar, es el fin de una etapa", cuenta Mercè, con 69 años.
Actualmente, la panadería cuenta con cinco trabajadores, entre los que se encuentra su hija, Laia, que tiene claro que ella no puede cargar con todo a sus espaldas a partir de ahora. "El obrador era el sueño de mis padres, no el mío. Yo soy administrativa y tengo tres hijos, por lo que es demasiada responsabilidad asumir todo", explica.
Con la elaboración de productos certificados con aval ecológico siempre como denominador común, esta panadería guarda bastantes diferencias respecto a un horno más habitual. No tienen despacho físico de venta, carecen de almacenes en la masía y hornean a demanda para que el producto siempre se reparta fresco.
"Hay dos días de reparto a la semana, los lunes y los miércoles (de ello se encarga una empresa externa), y distribuimos tanto por la Comunitat Valenciana como por toda España", desgranan madre e hija. El objetivo es que el aroma y todas las cualidades nutritivas del grano lleguen al lugar de destino "de forma sana y deliciosa".
Otra de las cualidades que caracteriza al Forn del Parral es por las "muchas variedades" de pan y harina integral con las que trabajan (espelta, centeno, avena o multicereal), con las que elaboran todo tipo de productos, como empanadillas, rosquilletas, magdalenas, bollos y un largo etcétera. Al no tener punto físico de venta, la mayoría de operaciones las realizan a través de su página web, que les sirve como gran escaparate.
Diferencia entre pan ecológico y convencional
Laia, al criarse bajo este entorno ecológico, tiene su paladar y su estómago tan acostumbrados que diferencian enseguida un pan ecológico de otro convencional. "Cuando voy a un restaurante, siempre evito comer pan normal. Me hincho muchísimo", reconoce Laia, y lo atribuye a "la gran cantidad de aditivos" que lleva la masa de pan convencional.
Nueva etapa a partir de septiembre
Como el mes de agosto es en el que normalmente suelen coger vacaciones, la intención de los actuales gerentes es que los nuevos responsables del negocio lo "cojan a partir de septiembre". "Si los interesados tienen experiencia en el sector, mejor, pero si no, no pasa nada, con ganas, esfuerzo y dedicación, todo se aprende", apuntan. Más de un interesado ha ido ya a conocer las instalaciones in situ.
El Centro Cedes de Vall d'Alba, de la Diputación será el que haga la criba inicial de candidatos y posteriormente serán Dan y Mercè los que se entrevisten con los aspirantes finales para decidir quiénes son sus sucesores al frente de la panadería. "Nos gustaría que fuese una familia con hijos y así ayudaríamos a luchar contra la despoblación porque los niños podrían ir al colegio aquí", añade Laia.
Condiciones del traspaso
El traspaso incluye toda la maquinaria necesaria para la producción, destacando dos molinos de piedra. Además, se incluye también el equipamiento de empaquetado.
Uno de los principales activos de este negocio es su clientela consolidada tanto en el canal offline como en el online. La panadería cuenta con una sólida base de clientes que aprecian la calidad de sus productos y el compromiso con la producción ecológica.
El obrador de la panadería es gestionado de forma autónoma por un equipo de cinco trabajadores altamente capacitados y con experiencia en el sector. Su profesionalismo garantiza la continuidad del negocio y la calidad de los productos. El local, de 260 m², alberga el horno a leña utilizado para la cocción.
En cuanto a las condiciones de traspaso, la operación tiene un coste de 50.000 euros. El alquiler mensual es de 500 euros más IVA. Además, se ofrece la opción de alquilar una vivienda ubicada junto al obrador, lo que brinda comodidad y conveniencia para aquellos interesados en llevar adelante el negocio.
Es importante destacar que este negocio de panadería ecológica no tiene competidores en la provincia de Castellón, lo que brinda una posición única en el mercado local. Se estima que la inversión realizada se rentabilizará en aproximadamente un año y medio.