Matan a martillazos a un vecino en su casa de Vila-real y hay tres detenidos
El presunto autor, de nacionalidad rumana, sería uno de los inquilinos a los que el fallecido alquiló una habitación

La Policía Científica realizó ayer pesquisas y analizó a conciencia el lugar de los hechos, en la calle Camí Real. / JOSEP CARDA
Josep Carda
La Policía Nacional de Castellón investiga la muerte violenta, presuntamente a martillazos, de un hombre en Vila-real. Su cuerpo sin vida fue hallado en la noche del lunes, aunque el levantamiento del cadáver por el juez de guardia tuvo lugar en torno a los dos de la madrugada, según relatan los vecinos del edificio donde ocurrió el trágico suceso, que ha causado una gran consternación en la ciudad y, de manera especial, entre el vecindario del fallecido, que residía en un cuarto piso de la finca situada en el número 76 de la calle Camí Real.

Imagen del portal en el que se encuentra la vivienda en la que se produjo el homicidio del vecino de Vila-real. / JOSEP CARDA
Todo indica que el hombre, de unos 56 años, podría llevar muerto desde el jueves y fue su hermana la que dio el aviso a las autoridades al comprobar que no respondía a sus llamadas telefónicas. Aunque la autopsia será la que determine la causa final de la muerte, gana peso la probabilidad de que falleciera a causa de los golpes que recibió del agresor.
Investigación
Las pesquisas realizadas hasta el momento por los efectivos del Cuerpo Nacional de Policía se han saldado con la detención de tres hombres, a quienes investigan como presuntos autores del crimen o por haber participado de alguna manera en el mismo.
Fue en la noche del lunes cuando hasta el lugar acudieron efectivos de Policía Nacional, Policía Local, bomberos y sanitarios, acompañados por una ambulancia, quienes certificaron el fallecimiento del vecino de Vila-real, al parecer como consecuencia de una discusión con alguna o algunas de las personas a las que tenía alquilada una habitación. De hecho, y según fuentes policiales, uno de los detenidos, de nacionalidad rumana, era uno de sus últimos inquilinos, como también han confirmado los vecinos a Mediterráneo.
«Vimos cómo bajaron el cuerpo por la escalera», explican los residentes de la zona, ya que el muerto residía en un cuarto piso sin ascensor. Y relatan que a primera hora de la noche del lunes empezaron a ver «movimientos poco usuales, al cortar de la calle y la llegada de policías y sanitarios».
Conocidos de la víctima aseguran a este rotativo que «era un hombre muy querido y servicial», y les impacta «su muerte violenta».
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