Corea del Sur lanzó su primer cohete espacial, el Naro-1, a las 17.00 hora local (08.00 GMT) con un satélite de cien kilos de peso que finalmente no llegó a entrar en órbita, aunque los técnicos espaciales habían señalado en un primer momento que aparentemente había sido así.

Las dos fases del cohete se separaron como se esperaba pero el satélite alcanzó una mayor altitud de la planeada, 360 kilómetros en lugar de los 302 kilómetros previstos, por lo que no pudo entrar en órbita, según el ministro de Educación, Ahn Byong-man.

"En este momento, los resultados de los análisis muestran que el satélite científico no ha alcanzado la órbita prevista", dijo el ministro.

"Todos los aspectos del lanzamiento fueron normales, pero el satélite excedió la órbita planeada y alcanzó una altitud de 360 kilómetros", explicó.

Los científicos de la agencia espacial surcoreana (KARI) ya habían alertado de que, en otros casos de primeros lanzamientos de cohetes espaciales, sólo el 30 por ciento de los satélites que transportan entran en órbita.

Los expertos de KARI creen en todo caso que el lanzamiento fue "un éxito a medias" ya que el cohete funcionó sin problemas, pero el satélite no entró en órbita, según la agencia local Yonhap.

El despegue del primer cohete surcoreano, fabricado en colaboración con Rusia, se produjo desde el recién estrenado centro espacial de la isla de Naro, después de varios retrasos y de que, el pasado día 19, el lanzamiento tuviese que ser abortado a menos de ocho minutos de la hora prevista.

El cohete, de 33 metros y también conocido como KSLV-1, se elevó sobre el cielo de la provincia de Jeolla (485 kilómetros al sur de Seúl) y su trayectoria en el cielo fue seguida bajo la atenta mirada los científicos de KARI, sus colegas rusos y el primer ministro surcoreano, Han Seung-soo.

A pesar de que Corea del Sur ya ha lanzado once satélites propios, esta es la primera vez que lo hizo con un cohete desarrollado por científicos surcoreanos y la ayuda técnica y supervisión de colegas rusos.

Corea del Sur ha invertido 284 millones de euros en su primer cohete espacial y cerca de 200 millones de euros en el centro Naro para unirse a China, la India y Japón en su carrera espacial en Asia.