Jéssica Sánchez, Xàtiva

La situación de colapso en la consulta de salud sexual y reproductiva del Centro de Salud de Xàtiva, cabecera del Área 13, está siendo «insoportable» para las pacientes. Como ya avanzó este diario, una sola ginecóloga ha de atender a las 62.000 mujeres que componen el censo de población de los 49 municipios integrados en la capital de la Costera. Y las quejas aumentan. Las usuarias creen que esta situación está afectando a la forma en la que son atendidas en este servicio público. Una ginecóloga, una enfermera y una auxiliar se ocupan de todas las necesidades que requieran las consultadas.

Sabrina Bermúdez es una paciente que se queja de las «interminables» listas de espera que se dan: «te dan fecha para tres meses, se te quita las ganas de venir a hacerte una simple revisión», afirma. Además, la sala de espera se llena pro completo: «la doctora no da abasto, la mayoría de veces que he venido hay retrasos de al menos 45 minutos», dice otra afectada. Muchas de as pacientes señalan que en varias ocasiones se han visto obligadas a acudir a una clínica privada porque la sanidad pública es insuficiente. «Por ejemplo -relata una paciente- en las vacaciones de las profesionales la administración no cubre sus plazas, simplemente no ofrecen servicio. Si tienes alguna urgencia, o acudes a una clínica privada o te esperas a que acaben sus vacaciones».

Estas mismas afectadas cuentan que «el otro día hubo un gran jaleo, las pacientes se enfadaron y empezaron a reñir a las empleadas por la pésima situación de largas esperas. Y ellas se disgustan porque no pueden hacer nada por solucionarlo». La auxiliar ha de estar en consulta ayudando a la especialista y, a la vez, atendiendo a llamadas y consultas de la sala de espera. «La mayoría de veces llamas para coger hora y aparece el contestador automático. Si eres de fuera de Xàtiva, tienes que desplazarte a propósito para coger hora de consulta», revela Mireia Torregrosa, una vecina de Canals.

Trato «muy bueno». Falla el sistema

Las pacientes recalcan que el trato recibido de los profesionales es «muy bueno» y atribuyen la culpa al sistema sanitario. También se quejan de la falta de espacio. «El otro día, una mujer se tuvo que tumbar en el suelo del váter para poder hacer lo que la ginecóloga le recomendó, ya que no había ninguna sala libre con camilla para poder tumbarse», cuenta una afectada. Además, en el centro de salud sólo se pasa consulta, «para una ecografía tienes que acudir al centro de especialidades El Españoleto y volver a coger turno, porque aquí no hay aparatos indicados».

Una de las profesionales confiesa que emplean trucos para agilizar las consultas: «apuntamos a las pacientes para qué tienen que venir en la próxima visita y así podemos ir más rápido, porque no podemos atender a tantas». «Además, servicios de urgencia como, por ejemplo, la colocación de un diu, requieren visita inmediata y no podemos dar fecha para tres meses», agrega.