El olvido de la Ciudad de las Artes Escénicas ha ido pareja a la paulatina disminución de su superficie. De hecho, si la primera reserva de suelo realizada por la Generalitat en septiembre del año 2000 ocupaba 488.730 m2, en verano del año siguiente sufrirían un contundente recorte hasta dejarlo en 189.992 m2. Tras las última rebaja anunciadas este mismo años por el Consell, la superficie del proyecto se limita los 50.000 m2. De hecho, la publicidad institucional hace tiempo que ha sustituido la etiqueta de la «Ciudad» por la de «La Nave», en alusión a las antiguas instalaciones siderúrgicas reconvertidas en espacio escénico. Una transformación que ha implicado una millonaria inversión desde el Consell en un espacio que, como alerta el Síndic de Comptes, seis años después sigue sin ser propiedad de la Generalitat.