Teresa Albendín, Alzira

Sanmiguel concretó que después de su salida del gobierno y al comenzar los rumores sobre la censura empezó a recibir amenazas que, incluso, se han extendido a su hijo, a quien «dijeron que iban a por su padre». La ex mujer del edil confirmó este extremo y detalló que debido a estas amenazas el menor sufrió un ataque de ansiedad. La madre instó a «no mezclar temas personales con políticos» y hizo un llamamiento para «que dejen en paz a mi hijo que no tiene nada que ver con esto». En los últimos meses, el edil ha cambiado hasta cinco veces de número de teléfono móvil, según aseguró. Sanmiguel indicó que la situación ha llegado a tal extremo que tuvo que recurrir a buscarse protección privada para poder asistir al pleno del pasado lunes. El edil explicó que acudió a la sesión plenaria acompañado por tres guardaespaldas. Toda esta situación, según el regidor, ha provocado que haya tenido que recibir tratamiento psiquiátrico. Sanmiguel también reveló que otro edil que ha firmado la censura fue ayer insultado por la calle. Por otra parte, el concejal negó ayer todas las acusaciones vertidas contra él por la alcaldesa, la socialista Anna González. Sanmiguel aseveró que tenía la conciencia muy tranquila ya que, según destacó, «no tengo nada que ocultar». El regidor replicó que las acusaciones de la alcaldesa son «falsas» y anunció que presentará una demanda judicial contra la primera edil. «Estoy harto de mentiras, difamaciones e insultos y la justicia decidirá», manifestó.

González declaró a este periódico el pasado jueves que Sanmiguel «presuntamente estaba dispuesto a pedir comisiones» a empresarios urbanísticos. Sanmiguel negó las críticas y destacó que hace siete meses que dejó la concejalía de Urbanismo, que asumió el Bloc tras el pacto de gobierno. «Cedí Urbanismo sin problemas porque no tenía nada que esconder. ¿Si hubiera sido de otra forma la hubiera entregado tan fácilmente?». El edil señaló que si la alcaldesa pensaba que podía existir algo raro «¿por qué ha esperado tanto tiempo a decirlo?». El concejal explicó que las desavenencias con sus antiguos compañeros de partido se originaron a raíz del pleno donde se aprobó el PAI para construir 3.760 viviendas. Sanmiguel manifestó que había permanecido dos meses de baja después de haber sufrido un infarto de miocardio y pidió a su grupo que retrasara ese pleno. El día de la sesión regresó del balneario donde se encontraba para hablar con ellos y decirles que «pensaba abstenerme en la votación, ya que no había podido leerme la documentación, y luego si hay algo yo soy responsable. Y eso les sentó mal, querían que votara lo que ellos me decían». El edil criticó la actitud «prepotente» de la alcaldesa y afirmó que los firmantes de la censura sólo aspiran a mejorar el pueblo.