I. Roy, Cortes de Pallás

Las prospecciones arqueológicas realizadas por varios expertos en las ruinas del Castillo de Chirel, en Cortés de Pallás, revelan que parte de la fortaleza fue destruida a mediados del siglo XVIII por un gran terremoto que asoló la comarca del Canal de Navarrés y afectó otras limítrofes como La Costera o La Hoya.

Para el equipo de arqueólogos encargado de estos sondeos, «el hallazgo de grandes bloques de casquetes en la misma época nos hicieron pensar en algún temblor de gran magnitud que pudiera haber provocado la caída de parte de las estructuras».

De hecho, los primeros datos con los que trabajan los técnicos en colaboración con el Instituto Geográfico Nacional (IGN) apuntan que el seísmo registrado en 1748 con epicentro en Enguera arrasó, junto con Montesa, Moixent o Estubeny -en La Costera-, esta fortaleza de Cortes de Pallás construida en el siglo XIV por el rey Alfonso de Aragón el Viejo para controlar desde allí todo el valle del río Júcar.

Estos trabajos, que se han realizado durante los últimos meses para trazar un perfil histórico de la fortaleza desde sus orígenes, forman parte de un proyecto más amplio que pretende la recuperación y restauración integral del Chirel hasta hacerlo visitable. De hecho, la conselleria ya ha aprobado la primera fase de esta actuación con la que restaurará y consolidará las zonas más degradadas y que tienen más peligro de derrumbe.