P. F., Alzira

La fallera mayor de Alzira, Ana Mª Baldoví, no acabará su mandato. El enfrentamiento que mantiene con la directiva de la Junta Local Fallera le ha llevado a presentar su dimisión por escrito a la alcaldesa de Alzira, Elena Bastidas, según dio a conocer ayer la propia interesada, que anunció que cuatro de las seis integrantes de la corte de honor seguirán sus pasos. El encuentro con la alcaldesa se produjo un par de horas antes de que la asamblea de presidentes de las fallas de Alzira acordara en la noche del lunes reclamar a Bastidas, presidenta nata de la JLF, la destitución de Ana Baldoví con el voto favorable de 33 comisiones y una única abstención. Esta renuncia voluntaria libera a Bastidas de la tesitura de tener que decidir si atiende o no la petición que ayer le trasladó el presidente de la JLF, Vicent Pla. En cualquier caso, desde el gobierno municipal se advirtió que, según el reglamento de las fallas, el ayuntamiento no tiene competencias en este sentido.

Ana Baldoví confirmó ayer su renuncia "irrevocable" al cargo de fallera mayor y reina de las fiestas de Alzira y, tras justificarla en que no ha podido asistir a algunos actos al no haber sido convocada por la propia JLF, eludió dar más explicaciones a la espera de una comparecencia pública que previsiblemente tendrá lugar mañana junto a las falleras de la corte de honor que le apoyan.

La Junta Local Fallera, por su parte, emitió un comunicado en el que subraya que, a propuesta de todas las comisiones de la ciudad, reclama "la finalización inmediata" de todas las funciones, prerrogativas y honores que comporta el cargo de fallera mayor e insta a la alcaldesa y a la corporación a que proceda a la destitución de Baldoví. La junta también requiere a la reina fallera "la devolución de todo distintivo y vestimenta que sea exclusivo de esta función". En Alzira, la JLF paga los trajes de las falleras mayores, que lucen un espolín exclusivo denominado Alzira.

Las tensas relaciones entre Ana Baldoví y varios directivos de la JLF de Alzira vienen de antiguo. La reina fallera y su corte reprochaban a la junta sus malos modos y la falta de respeto en el trato, mientras que ésta acusaba a las falleras de no respetar las normas que regulan el protocolo y de esa misma falta de educación. Este enfrentamiento ya provocó un amago de plante de las falleras y Baldoví llegó a reconocer a este periódico que se había planteado dimitir cuando apenas faltaban 40 días para las fiestas. Esta situación provocó la intervención de la alcaldesa, que llamó al orden a las dos partes con el fin de evitar nuevos incidentes durante las fallas. La crisis se cerró en falso.

La chispa que encendió esta traca final se produjo cuando, en la reunión del lunes, desde la JLF se explicó que Baldoví había anunciado que, hasta el final de su mandato, sólo estaba dispuesta a asistir a las procesiones de Sant Bernat en julio y de la Virgen del Lluch en septiembre y ponía además como condición que no tenía que coincidir con el presidente de la JLF.

El Ayuntamiento de Alzira valoró ayer como "bochornosa y lamentable" la imagen que se está dando de las fallas por el enfrentamiento entre la JLF y la fallera mayor y, tras confirmar la renuncia de Ana Mª Baldoví, solicitó públicamente también la dimisión del presidente de la Junta Local Fallera, Vicent Pla, "como parte de la crisis abierta". El gobierno municipal emitió un comunicado con esta sugerencia tras las reuniones que la alcaldesa, Elena Bastidas, y el concejal de Fiestas, Rafael Fita, mantuvieron primero con Ana Baldoví y, ya por la tarde, con Vicent Pla.