Levante-EMV, Valencia

La dimisión de la fallera mayor de Alzira no es un caso único en la historia de la fiesta. De hecho, en el cap i casal ocurrió algo parecido hace 26 años y por un motivo bastante parecido: discrepancias con el organismo rector. La fiesta fallera, muy dada a ocultar sus problemas, no ha terminado de aclarar qué ocurrió en el año 1982 y por qué la fallera mayor de entonces, María José Esplugues, decidió marcharse a casa durante la visita de la delegación fallera a las fiestas de Alicante en el mes de junio de dicho año. La propia protagonista relató recientemente su versión en el libro "Falleras mayores de Valencia". En él cuenta que el malestar entre ella y la directiva de la Junta Central Fallera venía de atrás, aumentado por la animadversión hacia uno de los vicepresidentes. Sobre este enfrentamiento se han escrito todo tipo de versiones, nunca explicadas ni por los protagonistas ni, por supuesto, por el máximo organismo festivo.

Desde entonces permanece en el limbo la existencia de una carta firmada ante notario. Según unas versiones, suponía su renuncia plena al cargo. Según otras, mostraba su renuncia sólo a acudir en el caso de que el directivo en cuestión estuviera presente. Desde hace tiempo, la tradición mantiene que María José Esplugues dimitió a todos los efectos.

La cuestión es que, desde el mes de junio, se produjo una especie de vacío. La figura de la fallera mayor de Valencia no tenía entonces la relevancia actual, por lo que su ausencia no se notó tanto como lo habría sido ahora, pero sí que es verdad que hubo actos importantes, como la visita del Papa Juan Pablo II, a la que no asistió. La figura que se buscó para ocupar su puesto fue la de la fallera mayor infantil de Valencia de ese mismo año, Mónica Palmer.

La historia es caprichosa: tanto la fallera mayor de Alzira como María José Esplugues contrajeron matrimonio durante el año en que ejercían el cargo. Por contra, la renuncia de Esplugues no produjo una reacción contra su persona por parte de las comisiones de la ciudad, como sí que ha sucedido ahora.