La Cordà de Paterna es conocida internacionalmente, es una de las que más cantidad de cohetes quema en la comarca y también la que utiliza material de la mejor calidad. Pocos entendidos discuten esos aspectos. Pero no es la "cordà" más antigua.

Si en la capital de l'Horta Nord habían logrado documentar que esta práctica se repite a finales de agosto desde al menos 1989 -se conserva en el archivo municipal la crónica de un diario de la época que lo recoge-, un investigador de Alaquàs ha hallado una referencia muy anterior: La revista científica y cultural "Guadalaviar" ya publicó 40 años antes, es decir, en 1859, que en Alaquàs se celebraban "cordaes" durante las fiestas mayores. De esta forma y en cuanto a tradiciones documentadas, la de Alaquàs, con 150 años de historia, se convertiría por ahora en la más antigua de la comarca que ha perdurado.

El trabajo lo ha realizado el filólogo Rafael Roca Ricard, vecino de Alaquàs y presidente de l'Institut d'Estudis de l'Horta Sud. Ha visto la luz en la publicación "Quaderns d'Investigació" que se ha presentado estos días con motivo de las fiestas mayores.

Según el trabajo "Aproximació a la historia de la Cordà d'Alaquàs", la práctica de la quema pública de cohetes se remonta "probablemente" a los siglos XIV o XV. No obstante, la modalidad de "cordà" -que alude a la cuerda que sujeta los cohetes, colgada de parte a parte de una calle- se popularizó hace 300 años, señala el trabajo, como recogen diversos documentos y crónicas incluidos en trabajos posteriores.

Respecto a la tradición en Alaquàs, Rafael Roca explica en el estudio que el documento más antiguo que ha logrado encontrar es del 9 de septiembre de 1859, es decir, hace 150 años.

Entonces, la publicación "Guadalaviar" publicó: "Las fiestas de este pueblo, como las del vecino Chirivella, pueden reducirse a lo siguiente: Masclets, cuerdas y castillos, total, fuegos, o lo que es lo mismo, no poder salir a la calle". De ahí que Roca deduzca que si en 1859 "se registraba tanta intensidad de fuego, cabe deducir que se trataba de unos "fuegos" consolidados y con una cierta tradición porque, lo que es evidente es que este tipo de actos no cuajan ni se improvisan de un año a otro".

La siguiente referencia es de 1880 y se publicó en diversos diarios y la firmaba el "corresponsal de Alaquàs". Además de citar la tradición, se incluia una queja que aludía a los gastos que debían suponer tantos cohetes y actos pirotecnicos.