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Había mucha expectación y ganas de manifestarse en favor de la unidad de la lengua, sobre todo tras los incidentes del año pasado en el "Correllengua". Pero quedó en expectación. Cerca de 500 personas participaron ayer en la manifestación cívica que, con música, danzas y fuego, recorrió el centro histórico de Gandia.

Fiel a su promesa, el alcalde, José Manuel Orengo encabezó el "Correllengua" como muestra de solidaridad por la agresión el pasado año a la concejala del Bloc, Maite Peiró.

La comitiva partió de la plaza Rei Jaume I blindada por un férreo dispositivo policial a cargo de varias decenas de agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP) que no tuvieron que actuar. Se profirieron consignas pidiendo la absolución de los 13 detenidos por el incidente en el Campus Universitario con el entonces presidente de la Diputación, Fernando Giner. Los más jóvenes apoyaban a los detenidos y pedían libertad nacional en favor de los Países Catalanes. La marcha transcurrió en un ambiente festivo y reivindicativo con pancartas en apoyo a la unidad de la lengua. Escaso fue el número de banderas de los participantes en la manifestación y sólo destacó media docena de señeras pre-autonómicas con el escudo del Consell en el centro.

La comitiva concluyó en la plaza del Prado con un "correfocs". El Correllengua, según los organizadores, tuvo dos aspectos reivindicativos: "el orgullo de que, al cumplirse 550 años de la muerte de Ausiàs March, el poeta figura en todas las antologías de la literatura europea de la Edad Media y el Renacimiento" y por otra, la denuncia la falta de "libertad de expresión" pidiendo que "se legalice en todo el País Valenciano la libre recepción de la TV3".