La preocupación por el disparo de cohetes y la pasión por la pólvora que sienten los vecinos de Paterna, con el máximo exponente de la "Cordà" pasado el último domingo de agosto, se remonta, al menos, a mediados del siglo XIX, según la investigación realizada por el historiador local y trabajador del Archivo Municipal, Félix Gámez, que ha localizado una referencia sobre esta fiesta en el "Diario Mercantil" de Valencia -el antecedente de "El Mercantil Valenciano" que hoy comparte cabecera con Levante- que se publicó el 27 de agosto de 1871, donde se hacía mención a las "cuerdas de fuegos artificiales". El antecedente de la "Cordà" actual era el disparo de cohetes sujetados con una larga cuerda.

Pero el trabajo de Gámez, coordinado por el Cronista Oficial y director del archivo, Camilo Segura, concluye que esta fecha -ni otra referencia en el mismo "Diario Mercantil" de 1963 que contaba que se quemaron más de 1.000 "masclets"- "no debe considerarse como el principio de la 'Cordà', pues, sin duda, las gentes de Paterna ya disfrutaban con el espectáculo del fuego mucho antes, aunque es casi imposible marcar un punto de partida", explica el investigador, al tiempo que Segura apunta que para que pueda hablarse de una "tradición", tanto festiva como sociocultural, deben pasar al menos tres generaciones, por lo que los orígenes de la antigua "Cordà" podrían remontarse hasta el siglo XVIII. O a tiempos anteriores, pues no podría descartarse un origen en la Edad Media, ya que el historiador Félix Gámez recuerda un artículo del autor Vicente Vidal Corella que hablaba de una prohibición, en 1412, en la ciudad de Valencia, del disparo por la noche de "coets corredors" -los actuales cohetes borrachos-. Y si era habitual su "gran consumo" en el "cap i casal", por qué no en Paterna.

La investigación realizada por el archivo municipal se circunscribe a la labor de recuperación de la memoria histórica, "ya no por buscar una fecha inicial de origen, ni por descubrir el primer papel de la 'Cordà', sino por conocer su pasado, su evolución y la constante preocupación por la seguridad", explican Gámez y Segura.

Precisamente, el control de los cohetes y la seguridad ha sido una constante en Paterna, que "siempre ha ido por delante en este asunto", añade Segura, pues la pólvora ocupa un lugar "de primera magnitud en el ámbito festivo, cultural y social de nuestro municipio". Ya en 1863, según la noticia del "Diario Mercantil", las autoridades locales estaban preocupadas por la seguridad y recomendaban el disparo de los "masclets" en un punto apartado de la población. Y ya en el siglo XXI, el ayuntamiento ha exhibido en Europa la seguridad en el disparo de los 50.000 cohetes que se queman en la "Cordà", para defender esta tradición ante la normativa europea sobre los artículos pirotécnicos.

Confección de un monográfico

La tradicional "Cordà" de Paterna ya no se puede circunscribir exclusivamente al escenario del siglo XX, como hasta ahora venía sucediendo tras una referencia hallada en el año 1898. Su pasado es más grande y en él va a indagar el Archivo Municipal que dirige Camilo Segura, quien contribuyó con un exhaustivo informe -en el que se encontraba un suplemento de fiestas de Levante-EMV que explicaba gráficamente el disparo de una "Cordà" en la calle Mayor- a la declaración del evento pirotécnico como Fiesta de Interés Turístico de la Comunitat Valenciana. El próximo paso es que sea declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional.

Al margen de continuar la investigación sobre los posibles orígenes de la "Cordà", el archivo está en pleno proceso de confección de una monografía sobre el espectáculo pirotécnico, que abordará tanto la historia y los aspectos que han variado o los que han permanecido invariables, como la seguridad que se mantiene con una Comisión Técnica del Fuego -que preside el coeter major Pepín Damián, el máximo experto en el fuego y en el disparo de "cordaes"- que controla y supervisa todo lo relacionado con el disparo de más de 50.000 cohetes. Se hablará de la eliminación de la quema de borrachos que se hacía en las calles y que desembocó en el "cohetódromo", un gran jaula donde se disparan cohetes por parte de peñas y aficionados antes de la "Cordà", para acabar con las quejas vecinales. Y también se abordará la figura del tirador, clave por su "amor" al cohete. c. g. paterna