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El ex alcalde de Alberic Enrique Carpi debía considerar el ejercicio de la política como una actividad de riesgo. La Guardia Civil le ha incautado de forma preventiva dos armas tras ser imputado por una presunta agresión sexual como consecuencia de la denuncia presentada contra él por una asistenta que trabajaba en su domicilio. La confiscación de armas es una diligencia habitual en estos casos de forma preventiva, si bien llama especialmente la atención que un político de un municipio de poco más de diez mil habitantes las tenga en su poder. Se trata al parecer de un par de pistolas con toda la documentación en regla.

Carpi fue denunciado a finales de diciembre por una de las dos mujeres de la limpieza que atendían la casa que alquiló en Tous tras su separación matrimonial, que le acusaba de haberla violado seis veces. Formalizó la denuncia prácticamente un mes después de que el pasado 25 de noviembre Enrique Carpi dejara la alcaldía forzado por sus propios compañeros del PP ya que, según ha declarado, no se había atrevido a hacerlo antes debido al cargo que ocupaba el presunto agresor que, además, según su versión, la habría amenazado. El ex alcalde fue detenido el jueves pasado por la Guardia Civil y tras declarar en el juzgado de guardia quedó en libertad con cargos. Carpi negó las acusaciones y su teléfono móvil puede convertirse en su mejor defensa, ya que en él guarda los mensajes que la mujer que le ha denunciado le enviaba para ponerse en contacto con él después de que decidiera poner fin a la relación que mantenían desde hacía año y medio.