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Si el ex alcalde de Alberic Enrique Carpi pensaba que su vida iba a ser más tranquila tras abandonar la política estaba equivocado. El año empezó con su detención por la Guardia Civil tras ser acusado de agresión sexual por una de las asistentas que tenía en casa y, apenas dos semanas después, el jueves por la noche se vio envuelto en un altercado cuando departía en un bar con dos policías fuera de servicio, que fueron agredidos por un vecino al que el ayuntamiento clausuró en su día un local de ocio. El ex alcalde no sufrió ningún golpe y abandonó el local instantes después. El agresor fue retenido con la ayuda de otros clientes hasta que llegó la policía local y la Guardia Civil, que procedió a su detención.

El incidente se desencadenó cuando un joven al que la policía cerró un bar con karaoke por orden municipal al no cumplir la normativa, se dirigió a la zona en la que se encontraba Carpi con los policías y empezó a increparles aludiendo a la clausura de su establecimiento hasta que en el intento del intendente de zanjar la discusión recibió un fuerte puñetazo en la cara. El otro agente reaccionó apartando al agresor, aunque éste también se abalanzó contra el policía y le golpeó provocándole una fuerte hemorragia al causarle un desplazamiento del tabique nasal.