La villa romana de Paterna, localizada a finales de 2008 en una prospección previa a la construcción de viviendas, es toda una caja de sorpresas a medida que avanza la excavación arqueológica, por los nuevos hallazgos que la convierten en un verdadero tesoro para la ciudad. Si hace meses se dio a conocer que se hallaron dos niños enterrados, los arqueólogos ahora han encontrado dos tumbas colectivas, en una de las cuales se aprecia tres esqueletos articulados con un niño de corta edad abrazado a un adulto, posiblemente, varón.

El arqueólogo municipal Ernesto Manzanedo aseguró que el hecho de que el niño esté abrazado al adulto es "extraño" en el mundo romano. De hecho los arqueólogos que trabajan en la parcela -donde antes se asentaba la fábrica de Galletas Río- exponen que "sólo hay cinco enterramientos con estas características en toda Europa".

Aunque los antropólogos aún estudian los restos, se trataría de enterramientos tardíos de entre los siglos V y VI, asociados a un lugar de culto en el interior de la villa. Y es que han aparecido ofrendas, anillos, collares y ajuar asociado. La tumba tenía un acceso con escalera con una posible cubierta abovedada. Al margen de estas tumbas familiares -una especie de panteón de aquella época-, se han descubierto una veintena de restos humanos en tumbas individuales, cubiertos con sudarios.

"Tener esto es un lujo para Paterna y vamos a ponerlo en valor, lo decidimos desde el Museo y el gobierno en cuanto aparecieron los primeros restos que confirmaban la importancia de la villa, alrededor de marzo de 2009 y mucho antes de las denuncias que se presentaron", aseguró ayer la edila de Patrimonio y Cultura, Elena Martínez. Cuando se ha excavado en torno al 50% de la parcela, la investigación ha constatado que la vida de la villa se alargó entre seis y siete siglos. Empezó a ocuparse, al parecer, a finales del siglo I antes de Cristo, en la época de Julio Claudia, con una extensión en el tiempo hasta el siglo VII. Se investiga la hipótesis de si se distribuyó la villa a un veterano de guerra. Y es que también ha aparecido una estela funeraria de señalización de una tumba, que podría ser la del propietario del poblado romano, con una inscripción tallada en la que aparece un nombre y un año. Aún queda parte del monumento por limpiar. Una vez quitada la tierra se desvelará el enigma, posiblemente. El arqueólogo también destacó otras inscripciones en placas metálicas de principios del siglo I.

Es destacable la localización de otra prensa de aceite -"torcularium-, con un contrapeso más alejado del encontrado en los primeros pasos de la excavación. Y asociado a este sistema rústico de producción se ha hallado el almacén -"doliarium"- donde se depositaban unas enormes tinajas. Y es que se han sacado a la luz hasta ocho agujeros perfectamente alineados y separados por una pared. Eran las bases para colocar los depósitos. "Si existía producción, la secuencia lógica era localizar el almacén", dijo Manzanedo, quien calificó como "interesante" la aparición de las bases de columnas circulares que sustentaban un atrio, un espacio abierto y porticado que se asociaba a una vivienda en la zona noble de la villa.

Esta semana también se ha localizado una especie de canal abovedado que tendría relación con las termas. Se ha hallado bastante acumulación de cieno.

Se harán los pisos y se salvarán los restos

La villa romana apareció en el solar de la vieja y famosa fábrica de Galletas Río, donde se iban a construir más de 300 viviendas. A medida que avanzaba la excavación, el ayuntamiento, según la concejala Elena Martínez, tomó la decisión de que el germen de la actual Paterna debía conservarse para las futuras generaciones y que se debía compatibilizar la construcción de las viviendas, aunque fuera con modificación de los proyectos, con la puestas en valor del patrimonio romano sacado a la luz. "Los restos que se iban encontrado tenían la suficiente relevancia para preservarlos y los nuevos hallazgos avalan la decisión", expuso la edil.