Vecinos del grupo de viviendas de San José Obrero de Alboraia han recogido cerca de quinientas firmas y alegado contra el Plan de Reforma Interior (PRI) del casco histórico que prepara el ayuntamiento por incluir la edificación de un inmueble de seis alturas junto a los viejos edificios de cuatro pisos, a los que ocultará parcialmente.Aunque este nuevo inmueble -de titularidad pública y que será uno de los ejes principales de la nueva Plaça del Camí de València- incluye un pasaje peatonal con una altura de una planta, los habitantes de este barrio de edificios con más de cien viviendas que fueron levantadas tras la riada de 1957, aseguran que hará desaparecer la apertura espacial con la que cuentan ahora y ocultará parte de la zona a una de las principales vías de la trama urbana de Alboraia. "Parece que quieren tapar así la degradación del barrio al resto del pueblo", aseguraba ayer José Comes, representante vecinal.

Y es que los residentes en el barrio de San José se quejan también del abandono al que esta vecindad se ve sometida desde hace años. "La policía sólo viene para vigilar la salida de los alumnos del colegio. Está lleno de pintadas y el único jardín que hay es el que pidió la dueña de la guardería para sacar a los niños", explicaba ayer el mismo vecino. Incluso la memoria del PRI asevera que este sector "está necesitado de mejoras en la calidad".

El consistorio pretende levantar este edificio entre la calle Divino Maestro y el Grupo San José Obrero, justo en el lugar en el que se encuentra la antigua comisaría de policía, actualmente abandonada, y un gran depósito de agua en altura que ya no se usa. El proyecto forma parte de la nueva plaza del Camí de València -"amplia y bien dotada"- que surgirá tras el enterramiento del metro en la zona del paso a nivel, donde confluyen hasta cinco calles importantes.

La propuesta consiste en la creación de una plaza semicircular con un espacio ajardinado central que conectará con el futuro paseo.