Los ayuntamientos han comenzado a apretarse el cinturón con el recorte de nóminas a funcionarios y cargos públicos. Pero lo hacen obligados por las medias del Gobierno y después de vivir ajenos a la crisis económica durante años. Se ha visto en 2009, el peor año desde que comenzó la crisis económica, cuando los consistorios de la comarca volvieron a aumentar el gasto en funcionarios y personal contratado siguiendo la tónica de los últimos años cuando la austeridad brilló por su ausencia.

Durante 2009 los ayuntamientos de la comarca pagaron a sus funcionarios y cargos públicos 8,9 millones de euros más que un año antes al pasar de 101 millones de euros a 110. Y ello pese al recorte de ingresos, especialmente los derivados de la actividad inmobiliaria y urbanística y de los que muchos ayuntamientos han vivido en época de vacas gordas. Salvo excepciones, la mayoría de los consistorios aumentó el capítulo uno del presupuesto, el destinado a pagar a su plantilla durante 2009. Sólo 13 de los 47 ayuntamientos lograron reducir el bocado que se lleva el pago de nóminas. El Ayuntamiento de Cullera fue el municipio que más se apretó el cinturón el pasado año a la hora de pagar a su personal, pero lo hizo obligado por su plan de austeridad. La otra cara de la moneda fue el Ayuntamiento de Sueca que aumentó en 3,2 millones la partida de personal, según datos del Ministerio de Economía.