Empleados de las empresas públicas del Ayuntamiento de Gandia trabajan en la organización de la fiesta "Gandia ens uneix", que prepara el Grupo Municipal socialista para hoy como un acto de adhesión ciudadana a la acción del Gobierno local a un año de las elecciones. La presencia de personal de las sociedades municipales en la organización del evento la desveló ayer el PP y la admitió después el gobierno local. No obstante, el coordinador del ejecutivo, el socialista Alfred Boix, matizó que los trabajadores de las empresas públicas que participa en la preparación lo hacen fuera de su horario laboral.

La fiesta la convoca José Manuel Orengo a título personal y la sufragan miembros del Grupo Socialista, aunque se desarrollará sin simbología de partido. El PP dejó ayer claro que no irá, entre otras cosas porque no está invitado. Los ediles populares denunciaron la "confusión" que, en su opinión, se da entre la acción de partido y la gestión municipal en el evento.

"Gandia ens uneix" llega precedida de una nueva trifulca política. Carla Ripoll (PP) aseguró que "gente contratada por sociedades mercantiles creadas por el gobierno" de Gandia está yendo "a hablar con los representantes de asociaciones" y entidades de la ciudad para grabarles en vídeo declaraciones que se proyectarán en el acto, "y les dan un manifiesto -de adhesión- para que lo firmen".

Para el PP, eso es "presionar" a los representantes vecinales y del asociacionismo, dado que, además, "concejales socialistas, en lugar de gestionar, están dedicando el tiempo a llamar a los presidentes para que acudan al acto". Con ello, les ponen "entre la espada y la pared", pues "muchos de esos colectivos sobreviven gracias a los convenios con el ayuntamiento".

La concejala popular aludió también a que un gran corazón preside las tarjetas de invitación al acto, poniendo de manifiesto que la última gran campaña publicitaria del ayuntamiento, la que da las gracias a los vecinos por la declaración de Gran Ciudad, tiene también como motivo principal un corazón.

Ripoll, que consideró que el evento es "un acto clarísimamente preelectoral", añadió que "Gandia es una ciudad del siglo XXI, no del lejano Oeste ni una república bananera donde se puedan montar actos para ofrecer nuevas glorias al máximo dirigente".

Después, el socialista Alfred Boix negó las acusaciones. Dijo que las personas que organizan el evento no lo hacen, en todo caso, "en horarios correspondientes a su jornada laboral". Y sobre la "coincidencia" de que un corazón sea el motivo principal de las invitaciones al acto y de una reciente campaña institucional del ayuntamiento, se limitó a contestar que "es que estamos enamorados de Gandia".