Hace 52 años que alguien colocó una placa conmemorativa en Rocafort, que alguien más ha querido rescatar del olvido. La placa no es grande, ni ostentosa y nunca será recordada por su locuacidad ni su carga histórica. "Plan nacional de construcciones escolares-Año 1958", señala en letras de bronce. Junto a esta frase aséptica, está el Águila de San Juan que fue escudo de España durante la dictadura de Franco. Por tanto, la placa debió ser retirada con la aprobación de la Ley de Memoria Histórica.

Hasta hace unas semanas, casi nadie recordaba que la placa estaba en la fachada de las antiguas escuelas de Rocafort situadas en la avenida Ausias March. Con los años, una jazminera fue creciendo ante ella hasta que la tapó por completo. Pero hace un mes, el Ayuntamiento de Rocafort inició las obras para acondicionar este edificio, que desde los años ochenta acoge los locales de ensayo de la Agrupación Musical, una sociedad con 25 años de historia y más de 200 miembros.

El consistorio y la diputación invirtieron cerca de 50.000 euros en insonorizar el local, y se acondicionó la fachada del inmueble, lo que incluía podar las plantas y pintar. "Le dije a los pintores que quitaran la placa que había quedado descubierta -explicaba ayer Armando Arjona, presidente de la Agrupación-. Lo hicieron hace unos veinte días y dijeron que la iban a dejar en el almacén de trastos que hay detrás del local".

Pero hace cuatro o cinco días, según señala el propio Arjona, la placa volvió a aparecer en la fachada del edificio, pero en otra pared más cercana al exterior y, según varias fuentes, con mejor aspecto que cuando fue encontrada.

El responsable de la banda musical de Rocafort desconoce quién decidió que la placa debía volver a mostrarse en los locales de ensayo. Y también lo desconoce el alcalde, Sebastián Bosch, según afirmaron ayer fuentes del ayuntamiento. Ambos se reunieron a última hora de la tarde para tratar de averiguar quíen tuvo la idea de recolocar la placa. Mientras tanto, varios padres de los músicos ya han mostrado su disconformidad ante la recolocación del letrero. y en la madrugada del miércoles unos desconocidos lo mancharon con pintura.