Se abren las puertas para el futuro de la Casa Real de Alzira. Los trabajos de consolidación de los restos de esta histórica fortaleza del siglo XIII, que sirvió de casa a Jaume I cuando visitaba Alzira, están dando sus primeros frutos. Las obras de reconstrucción han sacado a la luz dos puertas, una de ellas de piedras sillares, que permanecían ocultas. Algunos expertos creen que alguna de ellas podría corresponderse con la puerta principal de la casa, lo que supondría un gran avance en el proyecto de reconstrucción del inmueble, que ahora se encuentra totalmente en ruinas, que pretende impulsar el ayuntamiento de la localidad.

El concejal de Cultura, Carlos Correal, se mostraba ayer satisfecho con los recientes hallazgos, si bien se mantuvo prudente sobre la importancia de los mismos. "Todavía estamos pendientes de los informes de los arqueólogos porque todavía no sabemos cuál de las dos puertas encontradas se corresponde con la principal de la fortaleza", aclara Correal.

Ayer mismo se descubrieron cinco piedras sillares que formarían parte de una de las puertas de acceso. Éstas constitiuyen parte de un arco de medio punto que se ubica en la fachada del inmueble que recae directamente a la calle Santa Llúcia, en el centro de la Vila de Alzira.

Estos recientes hallazgos amplían la perspectiva de los trabajos de consolidación de los tres muros que se conservan del inmueble y a partir de los cuales se pretende iniciar un complicado trabajo de reconstrucción, ya que no se conserva ningún tipo de documentación sobre la fortaleza. Estas entradas, sin embargo, permitirán a los arqueólogos conocer más características de la Casa Real, un recinto fortificado que sobresalía por encima de las murallas y que, seguramente, habría sido el más alto de Alzira durante la Edad Media.

Para llevar a buen puerto esta tarea, el Ayuntamiento de Alzira invertirá algo más de 60.000 euros.