Miles de peces alfombran el cauce del Albaida en Villanueva de Castellón. El río se ha quedado seco en su último tramo, a partir de la acequia de Escalona. El 15 de agosto, la Confederación Hidrográfica del Júcar redujo drásticamente la suelta de aguas desde el embalse de Bellús (que garantiza el caudal al río) porque había llegado a la reserva de seguridad antes de la época de lluvias. De los más de 1,5 metros cúbicos por segundo (m3/s) que ha venido recibiendo el río este año, se pasó a menos de 0,30 m3/s en la segunda quincena de agosto; y ello se ha traducido en un "desastre ecológico y un problema de salud pública", según señala el concejal de Medio Ambiente de Villanueva de Castellón, Joan Ramón Murillo. Ayer, después de las denuncias de consistorio y ecologistas, la CHJ ordenó duplicar la suelta diaria, que pasará de 0,3 m3/s a 0,7, según aseguraron a Levante-EMV, aunque recuerdan que "el Plan Hidrológico no prevé caudal ecológico para el Albaida".

Los peces comienzan a pudrirse y su hedor es perceptible desde Villanueva de Castellón. A él se suma el de la poca agua estancada de algunos charcos, donde pocos peces aún luchan por sobrevivir. Este episodio "se repetirá en pocos días en Manuel y Senyera", augura Murillo.

Varios miles de tencas, carpas, anguilas y cangrejos americanos permanecen esparcidos sobre el lecho seco. Estos animales son el resultado de todo un año con caudal, algo excepcional en la vida de este río desde la construcción del pantano de Bellús.

"El río estaba empezando a regenerarse", comenta la portavoz de Xúquer Viu, Graciela Ferrer. Esta mejoría se debía en parte a las lluvias, pero también al ruego realizado por la Coordinadora Riu Albaida al presidente de la CHJ, Juan José Moragues, para pedir una mejor gestión del embalse de Bellús que garantizara el paso constante de agua por el río. "Hace 3 semanas íbamos a escribir una carta de agradecimiento a Moragues", comenta Murillo.

La buena gestión observada durante el invierno y la primavera ha demostrado no serlo ahora. "Se ha realizado una mala planificación que no ha tenido en cuenta las necesidades del río", dice Paco Sanz, representante de Xúquer Viu. Esto es "especialmente grave", considera, "porque se ha producido en un año especialmente lluvioso". "Ha habido meses en que que ha bajado agua abundante, por encima de lo necesario. Podían haber reducido un poco el caudal y alargar las reservas hasta la llegada de las lluvias de otoño", argumenta Ferrer. Asimismo critican la falta de previsión de la CHJ ante la mortandad, pues en ocasiones anteriores se ha capturado y trasladado a los peces.