Casi un millar de personas participaron el pasado domingo en la misa celebrada en la basílica de Sant Jaume de Algemesí, que ofició el párroco titular, Jesús Corbí. El templo presentaba el aspecto de la grandes ocasiones con los bancos de la iglesia y de la capilla repletos y con decenas de personas de pie en los pasillos. Además, las puertas del templo permanecieron abiertas y muchos de los fieles siguieron la eucaristía desde el exterior de la basílica.

Antes de oficiar la ceremonia, el párroco de Algemesí recibió la visita del arzobispo de Valencia, Carlos Osoro. Ambos desayunaron juntos antes de que Osoro partiera rumbo a Agres donde presidía horas después la bendición de las obras de restauración del santuario. El arzobispo, según fuentes cercanas, quiso desviarse para pasar por Algemesí y dar un abrazo al párroco y testimoniarle su cercanía, afecto y solidaridad en los peores días de Jesús Corbí después de que la línea telefónica que figura a su nombre en la casa parroquial fuera investigada en una operación de la Guardia Civil en toda España contra la pornografía infantil, como informó este diario.

Osoro no llegó a presidir la misa del mediodía en la basílica de Algemesí aunque sí participó en la que se celebró a las nueve de la mañana. En ella, el arzobispo de Valencia bendijo a los fieles que asistían a la celebración y pidió al párroco que impartiera con él la bendición. Fue en ese momento cuando Osoro le entregó una carta que fue leída en la eucaristía de las doce del mediodía.Corbí ya celebró misas el viernes y el sábado, aunque no supo hasta el último momento que la del domingo la iba a concelebrar con otros 13 sacerdotes y que se iba a encontrar con la presencia de representantes de la mayoría de asociaciones locales que participaron en el acto de desagravio. Cuando Corbí hizo acto de aparición, el público irrumpió en aplausos durante varios minutos, que se repitieron de nuevo al final de la ceremonia.