El sexo en la calle en Alfafar tiene sus límites y, además, puede salir muy caro, literalmente. «Mantener relaciones sexuales en el espacio público, aunque dicha actividad se realice en el interior de vehículos», está considerado como una infracción «grave», por lo que está penado con una multa de entre 750 y 1.000 euros. Así lo recoge la ordenanza reguladora que ha aprobado el Ayuntamiento de Alfafar con la finalidad de «proteger y garantizar la convivencia, la seguridad y la salud pública, sobre todo de los menores», según consta en el documento.

Tanto es así que el consistorio ha presentado todo un listado de infracciones a las que acompaña su correspondiente sanción. De entre todas ellas, destacan unas más que otras. Por ejemplo, el consistorio ha puesto coto incluso a la prostitución, a la que, dependiendo de los casos específicos, puede corresponderle una multa de hasta 3.000 euros en el caso de que los servicios sexuales «se ofrezcan, soliciten, negocien o acepten a menos de 200 metros de zonas residenciales, centros educativos o cualquier otro lugar donde se realice actividad comercial o empresarial alguna», señala la ordenanza.

También se les da un toque de atención a los llamados «gorrillas», ya que si no disponen de la autorización municipal correspondiente, puede caerles una multa de hasta 400 euros. En la misma línea se mueven las cifras para penalizar a aquellos que limpien parabrisas de los automóviles detenidos en los semáforos o en la vía pública.

La mendicidad, por cierto, también está recogida en dicha ordenanza reguladora. Ojo con «utilizar los bancos y los asientos públicos para usos distintos a los que están destinados», pues según el documento, la multa «leve» puede ascender hasta 400 euros. Deberá pagar el mismo importe aquel que «duerma de día o de noche en los espacios públicos». Y, si quiere ahorrarse esta sanción, olvídese de remojarse en las fuentes, pues «lavarse o bañarse en fuentes, estanques o similares» supone un desembolso de 400 euros, al igual que lavar la ropa en estos lugares, entre otras infracciones.

Por otro lado, si al niño le da por «jugar al balón en lugares no habilitados», la actividad puede salir por un pico, concretamente desde 50 hasta 150 euros. Además, encadenar bicicletas y ciclomotores a los elementos del mobiliario urbano, como árboles, canalizaciones, farolas postes o similares, supone una sanción de hasta 150 euros; el mismo importe que se debe pagar si en vez de encadenar la bici uno se desplaza con ella por encima de la acera. Fuentes municipales apelan a que estas prohibiciones responden a facilitar la accesibilidad en el casco urbano y hacen especial hincapié en que «ninguna sanción tiene intención recaudatoria», pues se trata de «mantener un comportamiento cívico en el ámbito público».

El ayuntamiento recuerda que los ciudadanos «tienen derecho a participar en el espacio de convivencia en condiciones de seguridad y salubridad adecuadas» de la misma forma que «también tiene la obligación de mantener un comportamiento cívico en el ámbito público, respetando los bienes e instalaciones y haciendo uso correcto de ellos» con el fin de «poder disfrutarlos siempre en perfecto estado de uso y conservación».