"Por favor no nos quitéis el Panterri, no enterréis una parte importante de nuestra memoria histórica y de nuestros sentimientos". Así terminó el manifiesto que en la tarde de ayer leyó Virginia Ramírez ante trescientos vecinos de Dénia que se concentraron en la calle Cop, junto a lo que queda de la histórica plaza del Panterri (ese es su nombre popular) o de la Constitució. Esa última frase desató un aplauso encendido de todos los manifestantes, que, a continuación, corearon el lema de "salvem el Panterri".

La protesta de ayer fue más emotiva que numerosa. Los vecinos que la secundaron intentaron insuflar algo de vida en una plaza centenaria que tiene los días contados. Ya se han iniciado las obras de remodelación que eliminan un elemento arquitectónico tan singular como el del parterre. La alcaldesa, Ana Kringe, del PP, ha asegurado que estas obras no las paraliza ni el sursuncorda. De hecho, el viernes las máquinas entraron en la plaza en una demostración de que, efectivamente, el gobierno local no se plegaba a las presiones vecinales.

Ayer, ya quedaba bien poco del centenario parterre. En un extremo de la plaza, estaban apilados los sillares de piedra del Montgó que lo coronaban.

Los manifestantes interpretaron ese mensaje de que las obras no se van a parar como "tozudez". Denunciaron que con la excusa de modernizar se va a destruir "esta plaza más que centenaria en la que se han vivido tantos y tantos hechos que forman parte de nuestra historia".

Pero, más allá de la importancia histórica de una plaza en la que están la iglesia de l'Assumpció y el ayuntamiento, que es un edificio señorial del siglo XVII, los manifestantes reivindicaron la memoria sentimental del Panterri, que es, por deformación de parterre, como se conoce en Dénia a este espacio urbano. "La major parte de la gente de Dénia ha hecho su trayecto vital por el Panterri; han pasado por él desde que nacieron hasta que dejaron este mundo", indicaba el manifiesto. "Si lo hacen desaparecer, las nuevas generaciones podrán saber, pero no sentir lo que de verdad ha significado para los vecinos".

Los manifestantes argumentaron que destruir el parterre es como "si se cortaran los árboles de la calle Campo en nombre de la modernidad y la movilidad".

A la protesta, asistieron, entre otros, el historiador Vicent Balaguer, la portavoz socialista y ex alcaldesa, Paqui Viciano, el nuevo edil del Bloc, Josep Crespo, y los presidentes de las asociaciones de vecinos de Baix la Mar y Roques.