Cuando presentó su candidatura, lo hacía pensando que sería un reinado "inolvidable". Pero para Santiaga Gimeno Espada, los escasos cinco meses que ostenta el cargo de Dulcinea en la Asociación Castilla-La Mancha de Torrent se han convertido en "una pesadilla". "He llegado a tener que tomar pastillas", asegura. Hace dos semanas, el presidente, Juan José Lozano, le entregó una carta en la que le informaba que la junta directiva había decidido "por unanimidad" retirarle competencias, de forma que no represente a la entidad fuera de la sede, hasta el punto de que no puede ni lucir la banda por la calle. "La llevo en una bolsa y sólo me la puedo poner dentro del centro", lamenta Gimeno.

Si bien ha acatado la decisión, la Dulcinea 2010-2012 ha elevado quejas a la federación valenciana de centros manchegos y ha presentado, a través de una abogada, una reclamación a la junta directiva. En ella critica que la sanción "incumple" los estatutos ya que no le han dado ni audiencia para defenderse. Por ello, reclama que le devuelvan sus atribuciones y califica de "infundadas y falsas" las acusaciones. "No he hecho nada y no entiendo cómo me tratan así. Me presenté porque el presidente me lo pidió", dice.

Aunque casi desde el inicio de su nombramiento, el pasado mayo, ha tenido discrepancias con la junta -cuenta en la reclamación que le obligan a abonar los regalos a otros centros, que no la dejaron hablar en su coronación y que le abren la correspondencia-, fue un incidente en la misa y procesión de los Santos Patronos, en julio, lo que ha provocado su destitución parcial.

Según el escrito de la junta directiva, "de manera despectiva y levantando la voz delante de la gente" recriminó a una dirigente y le pidió que se marchara. Además, en la procesión, "abandonó la comitiva en varias ocasiones para saludar a gente conocida".

Santiaga Gimeno niega estos hechos. "Me sorprendió verla allí cuando no le correspondía; ocupó un espacio en los bancos reservado para otros y desfiló con nosotros, lo que no pasó en ningún otro colectivo. Por eso le comenté al presidente que no era correcto que estuviera. Nunca le grité a ella", explica la Dulcinea.

La sanción hizo que Gimeno suspendiera su vino de honor para los socios y le ha impedido asistir a cuatro coronaciones de centros de relevancia. De ahí que haya dirigido un escrito a todas las entidades castellano-manchegas valencianas. "No quiero que crean que soy yo la que no quiero ir", dice.

El presidente del centro, José Lozano, asegura que Gimeno "ya era problemática antes" y que "se la nombró porque no se presentó otra". Por ello, "le enviamos una carta en la que le decíamos cuáles son sus obligaciones", añade Lozano. Dado que la junta opina que las ha incumplido "se le han retirado funciones", indica el presidente.