Un jubilado de Mislata lleva desde el pasado 27 de septiembre ingresado en un centro hospitalario en estado muy grave, tras sufrir una caída en la pasarela de Xirivella construida sobre las vías del tren y que conecta el casco urbano con el polígono. Tras 22 días en la Unidad de Cuidados Intensivos, de los que la mayor parte estuvo en coma, ayer fue trasladado a una habitación en planta aunque, según sus familiares, sigue sin poder realizar por sí mismo la mayoría de funciones vitales.

La pasarela donde se produjo la caída es la que construyó Renfe a raíz del trágico accidente, hace 30 años, en el que un tren arrolló a un autobús y hubo más de 25 muertos. Dos semanas antes de la caída de este jubilado, víctimas de aquel accidente y usuarios de la pasarela denunciaron el mal estado en que se encontraba y reclamaron una intervención.

Por estas razones y por el alto deterioro del paso -los escalones están destrozados, toda la estructura de hierro está completamente oxidada y tiembla cuando pasa un tren-, la familia del afectado ha presentado una reclamación "de indemnización por daños y perjuicios". A la espera de que los médicos evalúen las secuelas definitivas para cifrar en euros la petición, el abogado de la familia, José Luis Pimienta, pide que se abra un expediente municipal por el accidente.

Este vecino de 66 años estaba jubilado desde hace dos y, de vez en cuando, visitaba a sus antiguos compañeros en una empresa del polígono de Xirivella. Ese día, salió pronto de casa y, al cruzar la pasarela, cuando estaba en el sexto escalón de bajada, resbaló y se golpeó contra la barandilla de hierro, lo que le desestabilizó y cayó de espaldas. Según diversos testigos, recibió un fuerte golpe en el cráneo y cuando fueron a asistirle ya había un charco de sangre "además de tener una fuerte hemorragia en un oído". "Le pusimos algodón formando una almohada para evitar que se infectara con la tierra y la suciedad", explican los trabajadores del polígono que le atendieron. Una vez en el hospital, fue operado de urgencia para "practicarle un drenaje que evitara coágulos", según la familia, y una traqueotomía. Hasta el miércoles estuvo con respiración asistida, tiene una parte paralizada y "no reconoce a nadie". Según el último diagnóstico -la familia recibe partes diarios- no está fuera de peligro y todavía no se pueden evaluar las secuelas. La familia no ha recibido ninguna respuesta del consistorio aunque su reclamación es del 1 de octubre.