Un resbalón permitió ayer localizar el cadáver del anciano de 71 años de la Llosa de Ranes que faltaba de su domicilio desde el pasado viernes. Sobre las diez de l mañana, un agente de la Guardia Civil que participaba en los trabajos de búsqueda, perdió pie al acercarse a unos arbustos en un camino próximo al cementerio municipal y cayó en el mismo sifón, cubierto de maleza, en el que se encontraba el cuerpo sin vida de Enrique Díaz Guardiola. Algunos testigos apuntan a que el Guardia Civil necesitó de atención médica debido a las heridas sufridas: "Ahí cabe una persona de pie", señalaba ayer un vecino que tuvo ocasión de acercarse al lugar donde fue encontrado el anciano. Para buscar a Enrique Díaz se habían llevado a cabo diferentes batidas en las que participaban tanto los familiares como vecinos, voluntarios de Protección Civil de Xàtiva y Canals, Guardia Civil, Policía Local y Policía Autonómica. La autopsia determinará las causas de la muerte, aunque todo apunta a que el hombre pudo desorientarse y caer por el agujero. Falta por determinar si la muerte fue producto de la caída o si el anciano sufrió con anterioridad algún ataque que le provocó un fallo cardíaco, han explicado.

Una zona concurrida

Las labores de búsqueda del anciano se habían centrado en el entorno del cementerio municipal, que es la zona en la que fue visto por última vez. Lo que no se esperaba es que apareciera el cuerpo junto a un camino a pocos metros de la carretera. Por este camino de la partida de Narencs pasan a diario a pie y en vehículos los empleados de los almacenes cercanos y había sido lugar de paso de las patrullas y voluntarios que participaron en la batida.