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Seis de cada diez toneladas de basura de la planta de Guaduassuar acaba enterrada en un vertedero. El área de pretratamiento se conserva casi igual que hace 20 años y sus deficiencias limitan enormemente la posibilidad de recuperación de los residuos reciclables que llegan hasta el foso de la planta. Colchones, electrodomésticos, bombonas... Son algunos de los enseres que habitualmente acaban en el foso del área de pretratamiento de la planta. "No deberían estar en los cubos de basura, pero la gente los tira", comenta el jefe de la planta, Vicente Fernández. Una vez en el foso, es ya difícil su recuperación. Si no son objetos grandes, pasan entremezclados con la basura a las cintas de tratamiento. Esos residuos que son potencialmente reciclables (envases u objetos de metal, vidrio, papel o cartón) son irrecuperables cuando se mezclan con los restos orgánicos y pasan a considerarse rechazo. Lo único que que se puede hacer es enterrarlos en un vertedero. El rechazo representa el 60% del total de la basura tratada en Guadassuar. Un volumen muy alto que podría quedarse por debajo del 50% si se mejorara el área de pretratamiento.
La reforma del área de pre-tratamiento reduciría la cantidad de rechazo y completaría la reforma de 2008, cuando se construyeron naves cerradas para almacenar los residuos y se puso techo a los espacios en que fermentaba.
