Si vive en Silla y tiene perro, prepárese para no salir de casa con él hasta las nueve de la noche. Y es que la nueva ordenanza que regula la tenencia de animales de compañía establece que las mascotas sólo podrán permanecer en los jardines que no tengan una zona delimitada para ellos -no hay en la localidad- desde ese momento hasta las siete de la mañana del día siguiente. Fuera de ese horario, "los perros y otros animales podrán estar sueltos en las zonas que autorice o delimite el ayuntamiento": ninguna por ahora.

La normativa, publicada ayer en el Boletín Oficial de la Provincia y que entra en vigor a partir de hoy, regula incluso la utilización de los ascensores por parte de la mascotas, prohibiéndoles acceder a los aparatos si hay otros vecinos. En concreto, el artículo reza así: "La subida o bajada de animales de compañía a los elevadores se hará siempre que no coincida con la utilización del aparato por otras personas, si estas así lo exigen", a excepción de los perros lazarillo.

Pero la ordenanza no se detiene únicamente en las mascotas, sino que también entra a reglar a "los animales domésticos de explotación", a los que define como "todos aquellos animales (...) mantenidos por los humanos con fines lucrativos y/o productivos". Respecto a estos, restringe su presencia "a las zonas catalogadas como rústicas en el Plan Urbanístico de Silla sin que, en ningún caso, puedan permanecer en las viviendas". ¿Y cuándo se considera que pasan a ser animales de explotación? Según la nueva legislación local, "cuando se tengan más de tres animales de diferente sexo y haya una actividad comercial, para lo que se requerirá la obtención de la licencia correspondiente".

Es decir, un vecino con una perra que le críe tres cachorros y que los venda, aunque sea a un euro, estará fuera de la ley si no tiene permiso municipal. Y si encima vive en una casa dentro del casco urbano, estará doblemente fuera de la ley porque no mantiene a los canes en terreno rústico.

Si, para más inri, los vende -"o dona"- a un menor de edad o a una persona incapacitada sin la autorización de su tutor, estará infringiendo triplemente la ley, ya que la ordenanza prohíbe expresamente esta actuación y la castiga hasta con 600 euros de multa.

Mueren envenados tres canes y un gato en Llíria

Vecinos de Llíria denunciaron ayer que en los últimos dos meses han muerto envenenados tres perros y un gato, aunque la cifra podría elevarse a seis, ya que el día de Navidad se dieron tres casos más que los denunciantes desconocían el desenlace final. Una de las vecinas señaló que "dos de los perros envenenados estaban abandonados y el tercero tenía dueño. El gato también se encontraba abandonado". El envenenamiento se ha producido en una zona residencial próxima al cementerio de Llíria. "Yo vivo en esta zona ocho años y nunca había pasado nada similar pero alguien se dedica a tirar comida con veneno. Los hechos ya se han denunciado ante la Guardia Civil y el ayuntamiento", afirmó la vecina.